Las lluvias que tanto complicaron a la provincia en el pasado mes de febrero dejaron, a la postre, un saldo positivo y tiene que ver con que en los campos del secano veinticinqueño (ver infografía) cambió 100% la situación, luego de 6 años donde la cruel sequía mató casi el 75% de los animales, en especial caprinos. Se ven pasturas verdes y tiernas, mientras que las aguadas, ya sea en forma de socavones en la tierra o piletas, se repletaron. Los puesteros, más de 130, afirman que de esta forma el ganado podrá alimentarse y saciar su sed sin inconvenientes hasta el próximo verano.

Igual, desde el municipio buscan seguir recolectando información de las pérdidas que sufrieron en los últimos años para gestionar fondos frescos en Nación y poder hacer obras de fondo, como por ejemplo perforaciones comunitarias y represas.

‘’Ahora tenemos campo pero no animales. Los que hay, tenemos que recuperarlos, que engorden y eso nos va a permitir sacarle varios pesos más a los animales que vendamos. Con el tema de la sequía, estaban tan flacos que los vendíamos a bajo precio y otros se morían de hambre, no tenían oportunidad de sobrevivir’’, explicó Jorge Abregó, de la Asociación de Puesteros de 25 de Mayo. El ganado que quedó en pie puede ahora -a diferencia de lo que sucedía antes- pastar donde quiera, ya que desde el paraje de Punta del Agua hasta Las Trancas las pasturas se muestran tiernas, y en los corrales gozan del agua suficiente para que se hidraten. ‘’Se ha compuesto radicalmente todo. Estabamos con la soga al cuello y la lluvia fue una bendición para el campo y para la ganadería de la zona’’, contó un puestero de Camarico.

Es que el temporal de febrero cubrió con agua todo el secano. Sólo en los dos primeros días, precipitaron 120 milímetros en la zona, una marca que no registra precedentes inmediatos.

Intertanto, Rolando Quiroga, intendente departamental, dijo que ‘’vamos a seguir relevando las pérdidas que tuvieron los productores. Esa información debemos volcarla a algunos organismos y ver de qué recursos nos podemos hacer, tal vez ahora apuntando también a aumentar el plantel de ganado, ya que los campos están mejor’’.

Lo que la sequía se llevó

Los números de la sequía son escalofriantes: desde el 2008, el plantel de caprinos cayó de 33.000 a no más de 7.200, mientras que el de vacas, de 6.250 a 2.500. En rigor, el 75% de los animales murió o tuvo que ser faenado flaco, como para lograr sacarle algún rédito, según los datos que maneja la Asociación de Puesteros, en virtud que no hay cifras oficiales. DIARIO DE CUYO fue hace dos meses a los campos veinticinqueños y recogió, entre otros, el testimonio de Faustino Nievas, un viejo puestero, que pintó el cruel escenario que les tocaba vivir: ‘’Tengo vacas que están echadas, sin fuerzas y que a la mañana les doy un poco de alimento para que no se mueren. Pero con el paso de los días se terminan ‘secando’ y fallecen’’.