Según un relevamiento realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el precio de la carne vacuna está subiendo a mayor ritmo que otros precios, generando un fuerte impacto en el presupuesto de los consumidores.
"Por ejemplo, de acuerdo a los precios promedios que publica el INDEC para el Gran Buenos Aires se aprecia que en el último año la carne picada común subió un 64% y el asado un 96%", señala el informe.
El texto toma dos índices que aíslan el impacto de carnes y derivados (Nivel General sin carnes y derivados, Alimentos sin carnes y derivados). "Se aprecia que en todas las regiones en los últimos cuatro años (abril 2017 a abril 2021) la categoría Carnes y Derivados creció más que Alimentos sin carnes y derivados. Lo mismo sucedió si se compara con el Nivel General que excluye Carnes y Derivados", señalaron desde IARAF.
Para aislar el crecimiento nominal de los precios que implica la inflación se puede considerar la evolución del precio relativo de carnes y derivados respecto al resto de los bienes. El precio relativo es aquel precio de un bien o servicio que está expresado en términos de otro determinado bien o servicio.
La utilidad de considerar un precio relativo es que indica un costo de oportunidad, puesto que sirve de expresión para el número de unidades de un bien a las que hay que renunciar para consumir una unidad adicional de otro bien. El siguiente ejemplo ilustra lo señalado:
Se aprecia que en el periodo 1, una remera costaba lo mismo que un kg. de carne (precio elativo igual a 1). Y en el periodo 2 se observa que el precio la carne subió más que el precio de la remera. Ahora se necesita 1,5 remera para comprar un kg. de carne (subió un 50% el precio relativo).
El siguiente gráfico muestra la evolución del precio relativo de Carnes y Derivados respecto al resto de los Alimentos durante los últimos cuatro años. Se destacan dos hechos, la diferencia entre regiones (Noroeste 22% versus Patagonia 7%) y que toda la suba puede explicarse por lo sucedido partir de noviembre de 2020.