Cada vez hay más conciencia de la necesidad de un cambio de paradigma del papel de la mujer en la sociedad. Un mito que celebro que se haya roto es que tradicionalmente se le ha entregado al hombre la carta de los vinos en los restaurantes. Como que el hombre es el que debe elegir. Estamos en el siglo XXI: la mujer sabe de vinos. En un lugar dominado por hombres, las mujeres ya no solo lo están bebiendo, sino que además de hoy estar en los viñedos y bodegas, participan del gran negocio del vino. También están cambiando otras cosas como una nueva actitud en el lenguaje del vino, ya que se manejo de parte de los expertos y comunicadores de un vocabulario que en lugar de convertir al vino atractivo, lo estábamos tratando como si fuera una pieza de museo, ahuyentando a la gente. Incluso hay bodegas que han lanzado marcas de vinos que resaltan una forma de ver el mundo basada en la igualdad de genero y el respeto. En sus estuches y diseño de etiquetas reflejan el mensaje : una reivindicación positiva en la que se ensalza a la mujer por su inteligencia y su capacidad de lucha para hacer historia. Una reivindicación no solo hacia la mujer, sino hacia la unión entre ambos géneros para conseguir grandes cosas.
En España hay una Asociación de Mujeres Amantes de la Cultura del Vino, pionera a través de su revolución silenciosa, ha ayudado a dar visibilidad a la mujer en el sector vitivinícola. Desde sus inicios fomenta y apoya la labor de las mujeres como sumilleres, enólogas, amateurs del vino, bodegueras, responsables de bodega. Y lanza un mensaje muy inspirador a todas las mujeres del mundo para fomentar su incorporación a la cultura del vino. Hoy las mujeres son las que compran y eligen el vino desde los supermercados, hasta las tiendas especializadas y los restaurantes, donde se verifica un marcado protagonismo. También las encuestas señalan que un alto porcentaje de las mujeres muestra escepticismo frente a las campañas de márketing enológico dirigidas específicamente a ellas. Una estructura arcaica indicaba que los vinos blancos y rosados son vinos para mujeres. También se dice que los vinos suaves y fáciles de beber responden a un patrón femenino.Nada de eso. La mujer elige de manera variada igual que el hombre. Otro mito que se esta rompiendo. Se dice que un vino es femenino para expresar su sencillez o suavidad. Las mujeres pueden tener estas cualidades pero no todas ni en todo momento; las mujeres también pueden ser fuertes, decididas, tener personalidad y carácter y la capacidad de apreciar un buen vino.
Un estudio internacional -de Wine Intelligence- examina las diferencias de género en las actitudes del vino: confianza en el conocimiento del vino y opiniones de vinos sostenibles. Encuentra que los hombres y las mujeres tienen el mismo nivel de conocimiento sobre el vino.