Con un retraso de 10 días por efecto de las restricciones operativas que impuso el aislamiento de los empleados no vinculados con tareas esenciales decretadas por el Gobierno nacional desde el 20 de marzo, el Ministerio de Trabajo difundió el resultado de los indicadores laborales de los puestos registrados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y las expectativas para el segundo trimestre de los empresarios consultados en la última semana de abril.

En ambos casos, y en línea con lo anticipado por el relevamiento del Indec a industriales y constructores, primero, y el análisis del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, después, la cartera laboral dio cuenta de el peor marzo desde la crisis de comienzos del 2002, tras la declaración del gobierno de entonces del default de la deuda pública, la pesificación de los depósitos en dólares y la fuerte devaluación del peso.

“En marzo de 2020 el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 trabajadores del total de los aglomerados relevados cayó 0,5% en relación al mes anterior. Esta es la mayor caída mensual de los meses de marzo desde 2002”, destaca el informe oficial. Y agrega: “en marzo de 2009, con la crisis internacional se registró una caída similar, apenas menor a la actual”.

Los técnicos de Trabajo observaron que casi un mes después desde que el Gobierno decretara “el aislamiento social preventivo y obligatorio declarado en el marco de la pandemia de la Covid-19, algunos sectores restringieron o suspendieron sus actividades. Lo que seguramente impactó en las decisiones empresarias de contratación de personal, esperándose un mayor impacto en los próximos meses”.

Una de las consecuencias de esas limitaciones, que afectó inicialmente al último tercio del mes, fue que “la tasa de incorporación de personal a las empresas se redujo al 1,4% de la nómina total, el nivel más bajo de los meses de marzo de los últimos 18 años. En relación a febrero de 2020 se redujo 0,1 punto porcentual, siendo la primera vez que se observa ese fenómeno desde por lo menos 2002; mientras que la tasa de salida (desvinculaciones) fue del 1,9%, aumentó 0,4 puntos porcentuales en relación al mes anterior, aunque también fue la más baja desde 2002”, destaca el informe oficial.

El escenario para el trimestre abril a junio se proyecta singularmente peor para el mercado de trabajo, puesto que ya acumulará al menos dos meses de pleno aislamiento de la mayor parte de las personas y actividades fabriles y de esparcimiento en casi todos los grandes centros urbanos del país, donde se concentran los puestos de trabajo, en particular en el ámbito privado.

“Las expectativas netas de aumento de personal, reflejadas en la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirlas, resultaron altamente negativas, ubicándose en el valor más bajo de la serie, con 6,5%. Del 8% de las empresas que declararon que harán cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses, el 7,2% esperaba disminuir la dotación y sólo 0,8% estimó que la aumentará”, informó la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo.

Claramente, los sectores más dañados por la crisis y que pese a las medidas de ayuda financiera del Gobierno se proyectan con las mayores bajas del empleo son las vinculadas con la construcción, la industria y el comercio.

 

Anticipo de cambio de tendencia

 

En marzo de 2020, el empleo en el Gran Buenos Aires se contrajo 0,4%, mientras que los aglomerados del interior la caída fue más intensa, en ambos casos comparados con el mes anterior que estacionalmente es el más chato de la serie anual por la parálisis de muchas plantas industriales, el receso de vacaciones y la menor demanda de empleos temporarios.

En términos interanuales la EIL dio cuenta de “una contracción del empleo registrado en empresas privadas que alcanzó al 2,9% en el GBA y 3% en los aglomerados del interior. En este caso las disminuciones más pronunciadas se verificaron en Gran Mar del Plata 2,2%, que vio adelantar el fin de la temporada estival por motivo del aislamiento obligatorio, Gran Jujuy 1,6%, Gran Bahía Blanca 1,2% y Gran Mendoza 1,1%, donde ya había finalizado mayoritariamente la cosecha de la vid en febrero”.

Y si bien en todos los tamaños de empresas se observaron ajustes a la baja en las dotaciones, fue en las de entre 10 y 49 ocupados y en las de entre 50 y 199 puestos en relación de dependencia en donde se registraron las caídas más pronunciadas, 0,6% y 0,7% respectivamente.

Concluye el informe de la cartera laboral: “La tasa de despidos calculada como porcentaje del total del empleo del mes anterior, incluyendo las desvinculaciones sin causa, la finalización de período de prueba y de obras en el caso de la construcción, tuvo un aumento en el último período a 0,6%. Mientras que si se consideran sólo los despidos sin causa, el indicador se ubicó 0,2%, a un ritmo de 2,4% en un año, interrumpiendo la trayectoria descendente que presentó en los últimos 5 meses”.

De ahí que ya en muchas consultoras comenzaron a proyectar que la tasa de desempleo del segundo trimestre que arroje la próxima Encuesta Permanente de Hogares del Indec se ubique en el rango de los dos dígitos porcentuales, en torno a los registros observados entre el pico de 20% de 2003 y 12% del primer semestre de 2005, pese a las retricciones que decretó el Gobierno apenas asumió para los despidos sin causa.