Los resultados del segundo trimestre de 2019 correspondientes al total de aglomerados urbanos muestran que la tasa de actividad es de 47,7% de la población. La tasa de empleo subió a 42,6% de los habitantes, mientras que como resultado de esas brechas y la tasa de desocupación avanzó a 10,6% de la oferta laboral.

"De dichas tasas, solo la de actividad presenta una diferencia estadísticamente significativa con respecto al trimestre anterior, mientras que los incrementos interanuales en las tres tasas revisten significancia estadística: la tasa de actividad crece 1,3 puntos porcentuales (p.p.), la tasa de empleo aumenta 0,7 p.p. y la tasa de desocupación sube 1,0 p.p.", comunicó el Indec.

Sobre una población de 28,33 millones de residentes en 31 aglomerados urbanos de todo el país, la Encuesta Permanente de Hogares del Indec registró 13,5 millones de personas que estaban ocupadas y que buscan un empleo; de las cuales 12,1 millones se encontraban con un puesto de trabajo, sea en blanco o en negro; por cuenta propia o en relación de dependencia por un salario. De ahí surgió en ese universo un desempleo de 1,44 millones de personas.

 La proyección al total país, con 45,1 millones de habitantes, determinó que la oferta laboral ascendió a 21,4 millones de personas, de las cuales 19,3 millones estaban empleadas en una actividad rentada y 2,1 millones no tenían empleo. 

En un trimestre en que el PBI creció un modesto 0,6%, la suba del desempleo en 17,2%, a unas 2,1 millones de personas a nivel país de la proyección al total nacional de los poco más de 1,4 millones de desocupados en los 31 aglomerados urbanos que midió el Indec, se sustentó en un singular  salto de la oferta laboral (población económicamente activa, o tasa de actividad) en 4,9%, porque superó con creces a la capacidad de generación neta de empleos, que fue de 3,7 por ciento.

La estadística del Indec registró sendos aumentos de 4,9% en la oferta laboral; 3,7% en la demanda de empleos netos y 17,2% en la cantidad de desocupados

Semejante disparidad en las tasas de aumento de la oferta y la demanda de puestos de trabajo se explica por el singular incremento de la precariedad de las condiciones de contratación, derivada de que el empleo en blanco, según la medición del Ministerio de Producción y Trabajo, disminuyó 1,4%, en particular en la franja de los asalariados privados, que cayó 2,4%, mientras que se incrementó 0,8% en el sector público y 3,6% de los ocupados en casas particulares.

Por el contrario, las oportunidades laborales satisfechas en la franja informal se elevaron en 858 mil personas, según el cotejo de la proyección a total país del los 12,1 millones de ocupados en los 31 aglomerados urbanos con una población de 28,3 millones, que arroja unos 19,3 millones empleados, con los poco más de 12,1 millones con un puesto en blanco (con descuento jubilatorio y cobertura social).

 

Las regiones más afectadas por la desocupación

Sobre 31 aglomerados relevados por el Indec, sólo un tercio registraron tasas de dos dígitos: Mar del Plata 13,4%; Gran Córdoba 13,1%; Partidos del Gran Buenos Aires y Salta 12,7%; Santa Rosa-Toay 11,2%; Gran Tucumán 10,7%; Gran Rosario 10,6%; Gran La Plata 10,5%; Concordia 10,4%; y San Nicolás-Villa Constitución 10,3%, en todos los casos sobre la oferta laboral.

Por el contrario, cerraron el trimestre con nivel de casi pleno empleo, con tasas de desocupación inferiores a 5%; Gran Resistencia 2%; Posadas 2,9%;  Santiago del Estero – La Banda 3,3%; Viedma – Carmen de Patagones 4,2 por ciento. En todos los casos, por efecto de la muy baja tasa de participación de la población en el mercado de trabajo.