La alta humedad y los niveles inusuales de lluvias registrados en San Juan en los meses de febrero y marzo causaron finalmente lo que se temía, daños por enfermedades en los viñedos. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, el especialista en vid, Rodrigo Espíndola; informó que los últimos acontecimientos climáticos ya han generado focos de peronóspora en viñedos de seis departamentos: Ullum, 25 de Mayo, Caucete, 9 de Julio, Albardón y Angaco. Eso es porque las condiciones ambientales en los dos meses resultaron excepcionales: solo en un día de febrero llovió lo de todo un mes, y la última lluvia, granizo y crecientes del 1 de marzo hace 14 años que no se veía, afirman productores y funcionarios. La peronóspora es un hongo que afecta las partes verdes de la planta y causa problemas no solo ahora sino en la próxima temporada si los productores no toman las medidas protectivas. Al respecto, Espíndola comentó que hay productores que han decidido hacer tratamientos sanitarios para terminar un ciclo con menor carga de la enfermedad, pero que también hay otros que simplemente, ante un contexto económico recesivo y la falta de agua que se padece este año han decidido no hacer tratamiento fitosanitario, "lo que puede tener una consecuencia perjudicial para las plantas si la hoja se cae de modo anticipado porque reduce el nivel de contenido de reservas para el próximo año", explicó. El experto explicó que sin hojas, la planta de vid no termina de migrar todas las sustancias de reservas hacia troncos y raíces la vid, que son las que se utilizan para la brotación, lo que redundará en la próxima temporada en menor producción.
La otra situación complicada en materia sanitaria esta en los paseros sanjuaninos, donde se tienden las uva para que se sequen al sol y se hagan pasas. Por la disminución de temperatura y las lluvias se produjo una demora en lo que son los tiempos de secado normales de la uva, a eso se sumó que los productores aumentaron el uso de sus paseros o aumentaron la proporción de carga que usaban habitualmente. ""Se produjo una saturación de los paseros, que sumado a las condiciones climáticas produjo una demora y ésta causó focos de pudriciones y/o de formación de gusanos que mermaran la producción", informó el técnico. Esta plaga se asocia a un cascarudo de la familia de los coleópteros, bastante común y la larva (gusanito) va comiendo parte de las pasas que están casi secas o en un punto de secado avanzado. Sumado a la existencia de azúcar del fruto y la humedad, se genera pudrición. Espíndola dijo que cuando la uva está en la última etapa del proceso deshidratación no se puede hacer nada más que sacar aquellos racimos que muestren signos de presencia de la larva, y posteriormente tratarlo con fosfuro de aluminio cuando este almacenada.
Mala temporada
Esta temporada es la peor para el agro sanjuanino desde el 2016, por causa del clima. Desde las heladas que comenzaron en setiembre, siguiendo por tres importantes episodios de granizos y lluvias hasta la fecha, se han producido daños en más de 3.500 hectáreas. De esa superficie, hay 1300 hectáreas con pérdidas entre el 50 y el 80% y, otras 200 hectáreas con daños superiores al 80%. Estos datos surgen de las denuncias realizadas por los productores y fueron lo que determinaron a que el pasado viernes la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria declaró el Estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuario en la provincia. Se espera en forma inminente que el gobernador refrende esa declaración con un decreto provincial, el cual permitirá al Ministerio de Producción acudir a la Nación en busca de fondos y alivios impositivos para más de 300 productores afectados.