Sin lugar a dudas, detrás de la mega obra del Túnel de Agua Negra, para la gestión giojista -de continuar en el poder hasta 2015-, los diques El Horcajo y Tambolar están a la cabeza de las prioridades en materia de obras civiles. Ayer, el Gobernador en su visita a Punta Negra (ver aparte), adelantó que ‘antes de fin de año’’ llamarán a licitación para que una consultora realice el diseño de las dos represas que aportarían entre ambas la friolera de 530 GWh, es decir, 3 veces lo que genera Quebrada de Ullum.
‘‘Queremos primero tener la viabilidad técnica definitiva de los dos diques, porque esa etapa la queremos hacer juntos y luego vendrá la viabilidad económica. Se imagina que con estas dos presas le estaríamos sacando todo el jugo al río’’, dijo ayer el gobernador Gioja al hacer al anuncio. ‘‘Al momento de que se ejecuten las obras, cada uno se hará por separado y se verá cual de los dos nos da más beneficios para darle prioridad en la construcción’’, agregó el ministro de Infraestructura de la provincia, José Strada.
Con el proyecto de factibilidad técnico-económico en mano, que calculan tenerlo en las postrimerías del 2012, empezarían a gestionar el financiamiento y si bien en el seno del gobierno no arriesgan fecha de construcción, lo cierto es que sería posterior a la finalización de Punta Negra, allá por el 2015.
Ahora, con el dique Los Caracoles funcionado y Punta Negra con un año y 7 meses de ejecución -en total son 5 años-, todas las miradas apuntan a desarrollar estas dos presas. Para ello, el gobierno provincial sabe que debe convencer a la Nación que las dos obras son prioritarias, ya sea en materia de generación como en su función primaria de reservorio de agua. Un punto a favor con el que el propio Gioja hace alarde, es que a diferencia de otras presas que se iniciaron en el país y tuvieron múltiples retrasos para su conclusión, en su gestión eso no sucedió.
El Horcajo debió ser el primer dique sanjuanino en construirse, porque técnicamente es el primero que sobre el cauce del Río San Juan se puede levantar, pero a pesar que la obra fue licitada en 1965, en la gestión de Leopoldo Bravo -no tenía ni siquiera estudio de factibilidad-, nunca se terminó llevando a cabo arrastrado en parte por los distintos vaivenes políticos de la época.
En el caso de Tambolar, el proyecto corrió una suerte similar, incluso en 1989 una empresa subsidiaria de Fiat le entregó al entonces gobernador Gómez Centurión un plan de ejecución, que terminó quedando en la nada en medio de un clima inflacionario que terminó echando por tierra la intentona de construirlo.
Con estos dos diques en vista, más Ullum, Los Caracoles y en 4 años Punta Negra, el cauce del Río San Juan quedaría explotado al 100% y se completaría el proyecto original que se ideó entre las décadas del ‘40 y ‘50, que ponía como prioridad la construcción primero de El Horcajo y por último de Ullum, cuestión que al final terminará siendo exactamente al revés.

