Silvina Batakis, presidenta del Banco Nación tras un breve paso por el Ministerio de Economía, fue una de las funcionarias que acompañó a Sergio Massa en su gira oficial por Estados Unidos para reunirse con autoridades del gobierno de Joe Biden y el FMI. A su regreso al país, ratificó que el incentivo de un dólar a $200 para los exportadores del agro, conocido como “dólar soja”, finalizará a fines de septiembre.
“Hay una buena liquidación; el Banco Central después de varias ruedas en las que venía ve vendiendo (dólares) ha superado esa etapa y es un buen momento. La economía argentina necesita dólares y lo que más dólares te da es la venta de soja”, sostuvo Batakis en diálogo con Radio Con Vos.
Por otro lado, explicó su nuevo rol en el Ejecutivo y cómo fue el encuentro en Washington de Massa con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, tras la reunión que encabezó ella misma el pasado 25 de julio, cuando todavía estaba a cargo del ministerio en reemplazo del renunciado Martín Guzmán. “Yo voy a hacer lo que el espacio político entienda que tengo que hacer”, explicó.
Y agregó: “A Georgieva le llamó la atención que después de (aquella) reunión se conocieron los nuevos anuncios en materia económica (en relación a la designación de Massa como ministro), pero destacó que ahora estuviese ahí porque eso demostraba continuidad”.
En otro pasaje de la entrevista, Batakis destacó la actividad de la economía en todas las provincias, donde “las tasas de desempleo están muy bajas”, pero reconoció que la inflación es un “problema” que el país tiene que encarar junto a “todas las fuerzas políticas”.
En cuanto a las opciones para combatir el incremento de los precios, sentenció que “de ninguna manera la dolarización o la convertibilidad van a resolver los problemas de la Argentina”. En esta línea, aseguró que para aplicar una dolarización, “la devaluación sería tan fuerte que empobrecería a la mayoría de la población”.
Por otra parte, indicó que “la convertibilidad se sostuvo en los primeros años por la venta de la soberanía, con la ilusión de que la economía estaba encaminada, pero cuando se terminó lo que había para vender se empezaron a notar los problemas”.
Más allá de descartar a la convertibilidad y la dolarización, Batakis apuntó que la moneda argentina “hace años que va perdiendo peso, la inflación lleva muchas décadas y tenemos el triste récord de ser la economía con alta inflación más sostenida en el tiempo”.
Con relación al dólar soja, las liquidaciones hasta ayer alcanzaron los USD 293,5 millones. Así, desde la llegada del incentivo, el BCRA quedó con un saldo positivo de USD 1.385 millones en las últimas seis sesiones operativas.
En el transcurso de septiembre el Central acumula compras netas por 1.392 millones de dólares. Asimismo, la entidad monetaria afronta un 2022 con compras netas por USD 1.433 millones, aunque este monto representa el 21.7% del saldo neto a favor en el mismo lapso del año pasado, de unos USD 6.603 millones al 13 de septiembre de 2021.
“La nueva normativa del ‘dólar soja’ reforzado, como lo llaman en el mercado financiero, ha generado expectativas positivas en el mercado cambiario y provocó, por la fuerte baja del dólar paralelo y de los dólares financieros alternativos, que la brecha cambiaria entre el dólar oficial y esos dólares esté por debajo del 100%”, indicó en un reporte ABC Mercado de Cambios.
“El ‘dólar soja’ tuvo un buen debut (…). Sin embargo, la medida solo sirve para ganar algo de reservas y tiempo, que no es poco, pero no soluciona los problemas macroeconómicos de fondo y a su vez tiene sus efectos secundarios por la mayor emisión monetaria y costos fiscales que implica”, comentó Roberto Geretto, economista del fondo de inversión Fundcorp.
“El costo del presente ‘dólar soja’ a 200 pesos es muy costoso por la diferencia frente al tipo de cambio oficial -142,58 pesos-, en lo que representa un desdoblamiento cambiario fáctico. Para evitarse la pérdida de otras reservas, seguramente habrá más trabas para el llamado ‘dólar turista’ y alza de tasas”, afirmó a Reuters un analista financiero de la banca privada extranjera.