Mientras el combustible líquido genera dolores de cabeza por presentar nuevos aumentos cada mes, el Gas Natural Comprimido (GNC) no se queda atrás, sólo que la suba es paulatina por lo cual parece pasar desapercibida. Sin embargo, según un relevamiento realizado por DIARIO DE CUYO, desde fines de marzo del año pasado hasta la fecha el GNC dio un salto mayor que el resto de los combustibles, porque tuvo en esos 15 meses un incremento de un 29,4%. Durante igual período, el precio de la nafta super creció un 23,6%. Por ende, el GNC sufrió un alza de un 5,2% mayor que el combustible líquido.
Desde marzo del 2014 hasta la actualidad, los valores que tenía la petrolera YPF para el metro cúbico de gas natural comprimido estaba alrededor de $3,63. Esta cifra hoy, en las mismas estaciones de servicio, marcan los $4,70, es decir, 29,4% más, encareciendo con $1,07 más el bolsillo de los sanjuaninos que tienen instalado el tubo de gas en su vehículo, que son 32.200 usuarios según cifras de Enargas.
En el caso de la nafta súper, también tomando las banderas de YPF, hace 15 meses el precio no superaba la barrera de los $10,50 y si bien trepó para llegar actualmente a los $12,92; con un incremento de $2,48 no superó el porcentaje de suba del GNC en ese mismo lapso (ver aparte).
Este aumento que ha sufrido el gas en los últimos 15 meses ha afectado el 45% de la cantidad de estaciones de servicio de la provincia, debido a que de las 85 bocas de expendio, hay 39 puestos que cuentan con máquinas expendedoras de gas. “El precio fluctúa, cada uno lo va cambiando en relación de sus gastos. Además el mantenimiento de máquinas de GNC es mayor que en el caso del combustible; por ejemplo el service del compresor, los repuestos. Entonces esos gastos los traslada al precio y se pueden encontrar que en unas estaciones vale más caro que en otras porque los gastos no son los mismos en todas las estaciones”, de esta forma justificó la diferencia de subas Analía Salguero, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustible. De todas maneras, el principal motivo está dado en que los precios de las petroleras no pueden escaparse mucho sobre el monto sugerido; en cambio en el GNC, los empresarios, tienen mayor libertad para determinar el valor y terminan inflándolo en base al resto de los aumentos que deben afrontar, como el pago a los trabajadores. “El aumento salarial se carga más en el GNC que en los combustibles líquidos, como es un margen un poquito más amplio se aplica más ahí, para llegar a solventar un poco más los gastos. Al haberse dado las paritarias entre un 25% o 28% siempre incide un poco más en el GNC, porque no queda otra, es el producto que se puede mover”, agregó Salguero y comentó que el hecho de fijar los aumentos es una situación más rigurosa en estaciones de servicio como el caso de YPF, que para los revendedores que no tienen un precio fijo de cartel.
