Los precios de los productos agrícolas mantendrán "la trayectoria ascendente", aunque "por el momento las débiles perspectivas económicas a nivel global impedirían una recuperación acelerada en el corto plazo", destacó un estudio del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El Informe de Inflación, difundido la semana pasada por la entidad, sustentó ese pronóstico en factores conocidos, como la demanda de alimentos en los países emergentes y el sostenido desarrollo de la industria de biocombustibles.

Pero mencionó, además, la probabilidad de cosechas globales reducidas, por la falta de financiamiento que afecta a los agricultores como consecuencia de la crisis internacional.

"Los mercados de materias primas agrícolas presentan algunos fundamentos sólidos que permitieron estabilizar las cotizaciones, luego de la brusca caída observada en la segunda mitad de 2008", consideró el estudio.

Agregó que "también contribuyeron en este sentido algunos inconvenientes climáticos en importantes regiones productoras, como la sequía de Sudamérica, y la falta de humedad en zonas trigueras de Estados Unidos".

El BCRA consignó que luego de seis años consecutivos en alza, los precios de los commodities agrícolas experimentaron "una abrupta caída" durante la segunda mitad de 2008.

Sin embargo, sobre el final del año pasado y principios de 2009, "las cotizaciones lograron cierta estabilización, manteniéndose por encima de los niveles promedio de la última década".

Entre los factores alcistas de los productos agrícolas, el informe consideró "el fuerte cambio estructural en la dieta de los países emergentes, llevado a cabo durante la última década".

Esta demanda se mantendría, pese a la crisis, "ya que la modificación de los hábitos alimenticios responde en mayor medida a tendencias de largo plazo", evaluó el BCRA.

Por otra parte, añadió el estudio, los requerimientos de la industria de biocombustibles se asientan en distintas medidas gubernamentales, reforzadas en los últimos meses con el objeto de promover energías renovables.

Además, consideró el Central, la fuerte contracción crediticia derivada de la crisis "podría terminar dando impulso" al precio de los productos agropecuarios, toda vez que "se traduciría en un menor dinamismo de la oferta de granos".

"A medida que se aproxima la próxima campaña, se hace más evidente el impacto que puede tener la escasez de crédito sobre la producción", indicó el informe.

En particular, advirtió el BCRA, "una inadecuada oferta de financiamiento a tasas razonables limitaría la inversión del sector rural, provocando una menor aplicación de tecnología (semillas genéticamente modificadas, fertilizantes y agroquímicos) y una disminución de la superficie cultivada".

Esto implicaría, en la próxima temporada, "un desvío" de la tendencia observada en los últimos años, de sostenida expansión de los rindes y del área sembrada.

El estancamiento de la inversión productiva "se da en un contexto de inventarios en niveles relativamente bajos, lo que deja a los mercados más expuestos a eventuales shocks climáticos", sostuvo el informe.

El BCRA precisó, en ese sentido, que la relación stocks/consumo se encuentra en la actualidad 30% por debajo del promedio de los últimos 20 años para el maíz, y 20% por debajo en el caso del trigo.