Esta semana, en nuestra Fiesta del Sol, el público podrá conocer y degustar nuestros vinos blancos con más detalles. A través del programa "VinSol", que lleva adelante el Gobierno de San Juan de la mano del Ministerio de la Producción y Desarrollo Económico, se pretende como objetivo volver a la promoción del vino blanco y rosado sanjuanino, mucho más renovado y fresco en estas épocas con variedades frescas y frutales implantadas en los últimos 15 años.
VinSol tuvo su primera edición el año pasado y el público pudo asistir a disertaciones, degustaciones dirigidas, sorteos de vinos, muestras de racimos de uvas. La idea no es separar el vino blanco del resto. El objetivo es realzar nuestros blancos en época donde el consumidor tiende a una bebida fresca y fácil de beber. Y ahí esta la clave: mostrar al público una alternativa relacionada con la gastronomía y el enoturismo. Y aquí, en San Juan, hay bodegas con magníficos paisajes que hacen excelentes blancos secos, dulces y espumantes que el público, en especial el joven, debe conocer.
Es importante ganar adeptos para el vino blanco entre los bebedores de cerveza
También a través de VinSol el Gobierno realizó una encuesta (este año hará lo mismo) entre los asistentes a la fiesta donde se obtuvo una valiosa información como que la mitad de los bebedores de vino toman una vez por semana. Además se explica que sólo el 12% toma vino todos los días y otros resultados importantes bien marcados es la preferencia del vino blanco en un 48% por las mujeres entre los 18-34 años frente al 22% de los varones de la misma edad. También un 48% de las mujeres bebe vino blanco entre los 35-49 años frente a los 13% de los hombres. Las mujeres de entre 51 y 64 años prefieren al blanco en un 40% frente al 22% de los varones. Queda claro aquí el triunfo de los blancos y vinos rosados en las damas, algo para prestar atención en el marketing. Un claro ejemplo de perfiles distintos de consumidores de vino.
Se trata de hacer vinos adaptados a los gustos y tendencias gastronómicas del momento, transmitiendo emociones y la calidad del producto.
El vino blanco está de moda y en diferentes contextos. En las comidas, como aperitivo, con el postre o como bebida refrescante, el blanco ha encontrado su sitio. Cada vez son más los que cambian la cerveza por el vino, con el blanco como protagonista. Jóvenes, y sobre todo mujeres, están accediendo a este tipo de vinos, y de hecho, son ellas las principales consumidoras.
El calor del verano invita a tomar una bebida más fresca, sobre todo al mediodía. En una reunión social, muy pocos se animan a arrancar con un tinto cuando hay oferta de blancos, rosados y espumantes. Eso se ve. Ya es una realidad.
El mercado interno del consumo del vino en la Argentina es uno de los 10 más importantes del mundo. A pesar de la caída estrepitosa en litros por habitantes, todavía sigue siendo un mercado que mueve 850 millones de litros por año.
Hay que hacer vinos adaptados a los gustos y tendencias gastronómicas del momento.
Hoy estamos por debajo de los 20 litros per cápita cuando en el 2000 estábamos en 33 litros y si nos vamos más atrás muy lejos de los 90 litros de hacen 40 años. Pero este fenómenos es mundial. Hoy España, uno de los principales países productores y exportadores, tiene un consumo por debajo de 18 litros por persona y sus bodegas hacen mil piruetas para vender vino. El cambio de vida y por ende de preferencias de bebidas, dejó a un costado al vino y le dio paso a un fuerte competidor mucho más sencillo y con gran llegada al público joven: la cerveza. No existe un consumidor exclusivo de vino y otro de cerveza. La globalización hizo su trabajo. El que siempre tomó vino hoy, seducido por la moda y publicidad, también toma cerveza. Pero creo que en menor medida el "cervecero" se inclina por el vino. Y habría que preguntarse el porqué.
Si queremos ganar espacio en el público que elige la cerveza como su bebida preferida, el vino blanco es una de las mejores opciones.
En los 70 tuvimos una gran publicidad, que si bien era de una marca, posicionaba bien a la provincia: "Resero, blanco sanjuanino, el vino que hizo famoso a San Juan". Si bien los tiempos han cambiado, hoy debemos volver a potenciar nuestros blancos.
El empleo de la nueva tecnología y nuevas variedades blancas como el Viognier, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Pinot Gris, Chenin y Ugni Blanc, entregan vinos blancos secos, frutados, dulces, espumantes y gasificados con gran calidad y precio. No debemos dejar de lado a la vieja Moscatel y el colonial Torrontés que conforman una oferta variada para un consumidor cada vez más exigente. No me canso de señalar un gran vino blanco Ugni Blanc-Chenin de una prestigiosa bodega familiar de San Juan a un precio sorprendente. También del Viognier exquisito que se da en Pozo de Los Algarrobos, Caucete. Y la gente los elige cada vez más. Soy un enamorado del vino blanco. Y una de las principales razones es el intenso calor del verano. Qué hay fresco que no sea una cerveza: un vino blanco. Puro, con soda o con hielo. Como sea, la gente busca una bebida refrescante. Y aquí las bodegas deben dar pelea para ganar consumidores con perfil cervecero.
El interés de los jóvenes va en aumento y cada vez son más los que se acercan al vino entendiéndolo como una bebida social y una nueva cultura a descubrir.