Desde el 2006, el Hotel de Pismanta, en Iglesia, estuvo en manos de una cooperativa de trabajadores pero ahora, después de 16 años, el complejo que cuenta con baños termales pasará a manos de otro concesionario. El miércoles será la entrega formal a los nuevos operadores y la intención es que como máximo en 8 meses estén los primeros pasajeros de vuelta porque se habrá completado la primera etapa de los arreglos.
Por ahora el nombre de los nuevos concesionarios se mantiene en reserva, hasta que esté firmado el instrumento legal que formaliza la concesión por 15 años, que se pueden extender por 5 años más. "Podemos decir que se trata de una empresa de capitales sanjuaninos y que el miércoles van a tomar posesión del hotel", dijo la ministra de Turismo, Claudia Grynszpan.
En noviembre del año pasado, el Gobierno provincial llamó a interesados en quedarse con la concesión del complejo y, entre los requisitos, se pedía la construcción de un parque de aguas termales, incluso superior al de Cacheuta, en Mendoza, el modelo más cercano. El grupo inversor debía comprometerse, entre otras mejoras, a elevar el nivel del complejo a 3 estrellas y ampliar la capacidad de alojamiento. Ahora se habla de que pasará a tener 150 plazas.
Haciendo un poco de historia, la concesión del hotel fue entregada en el 2006 a un grupo de los empleados nucleados en la Cooperativa Cacique Pismanta, pero sus integrantes, con el paso de los años, no pudieron cumplir con algunos de los requisitos que se les exigía. Por ejemplo el pago de un importe mensual por la explotación, mientras que la deuda se fue ampliando y con el paso del tiempo fue imposible de afrontar para los cooperativistas. Así volvió a manos del Estado provincial y se produjo la convocatoria a interesados del sector privado. Uno de esos grupos es el que se hará cargo el miércoles.
Entre los requisitos que el Gobierno local le exige al grupo inversor es que las mejoras se vayan haciendo por etapas. En la primera se incluirá la remodelación del llamado casco histórico del complejo, incluidos los sectores de lobby, administración, restaurante, cocina, sanitarios, corredores y espacios comunes, un área de recreación y el 35% de las plazas. Hasta ahora el hotel tenía 34 habitaciones, con una capacidad estimada en las 100 personas. Además deberá estar listo un circuito con spa, que era uno de los servicios más requeridos con los que contaba el hotel.
En la segunda etapa el establecimiento deberá tener en funcionamiento las habitaciones a nivel de un 3 estrellas. Por ejemplo que todas estén equipadas con frigobar, televisión y baño privado. Además, se deberá disponer de un salón de usos múltiples, pileta exterior, vestuarios, sala de juegos, servicios de apoyo y la sección baños termales terminada. En el exterior, los jardines tienen que lucir arreglados.
En la tercera y última etapa, el inversor deberá ofrecer a los pasajeros un parque de aguas termales, con sus servicios correspondientes.
La explotación del hotel por parte de un nuevo concesionario se da cuando las reservas en los hoteles de la provincia vienen con muy buen nivel (ver página 5).
"Queremos que el nuevo hotel tenga un modelo familiar", dijo la ministra Grynszpan, quien viajará el miércoles a Iglesia para hacer la entrega del complejo al grupo inversor.
Inauguración
El Hotel Termas Pismanta fue inaugurado en 1950 con la finalidad de explotar las características particulares del recurso termal de la zona. En un principio tenía 14 habitaciones con piletas de inmersión privada, sala de lecturas y un estar amplio que facilitaba la charla y escuchar música.
Personal
60 Es la cantidad de obreros que trabajarán en la remodelación del establecimiento hotelero en la primera etapa, que incluye el arreglo del llamado casco histórico.