A partir de mañana pagar en los comercios en cuotas costará hasta un 40% más que el precio de contado. A través de la entrada en vigencia del programa oficial “Precios Transparentes”, que obliga a los comercios a diferenciar el precio en un pago, con débito o en efectivo del que rige para la financiación en cuotas, comprar con tarjeta llevará un recargo que, según los bancos, estará entre el 10% y el 40%.
“El plazo promedio de las compras a crédito es de seis cuotas. Para ese plazo, el costo de financiación ronda el 20%”, dijo Daniel Llambías, titular de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la cámara que agrupa a los de capital nacional. Para 12 cuotas, la financiación se eleva al 40%, mientras que a 3 cuotas se acerca al 10%. Son promedios de los costos que aplican los grandes bancos.
En la Secretaría de Comercio afirman que a partir del miércoles las compras financiadas más baratas serán las que se enmarquen dentro del plan “Ahora 12” y “Ahora 18%, que llevará un costo financiero del 27% y 30%, respectivamente. Ambos planes llevan una parte de su costo subsidiado: los bancos no mueven la tasa y a cambio el Banco Central les reduce el encaje bancario.
¿Sobre que valor se aplicará el recargo de la compra con cuotas? La incógnita que por estas horas predomina entre los consumidores y hasta en los propios bancos. Es que nada impide que los comerciantes tomen los precios de contado actuales, que según el Gobierno estaño inflados y esconden el costo que solo deberían pagar quienes opten por mas de un pago, y le sumen el porcentaje de recargo. “No habrá control de precios. Cada comercio fijará el valor que quiera como base para la financiación”, dicen en el Gobierno. El secretario de Comercio, Miguel Braun, reconoció ayer en declaraciones radiales que "tal vez, algún comerciante se va a querer avivar y decir ‘subo el precio’", por lo que "habrá que ponerse más vigilantes”. Sin embargo, los controles estarán apuntados a las grandes cadenas de supermercados y electrodomésticos, que son los formadores de precios, y estarían destinados únicamente a chequear si cumplen con diferenciar el precio de contado del financiado. Tampoco habrá controles que impidan que los vendedores ofrezcan un descuento por pagar con efectivo, como ocurre actualmente en gran cantidad de comercios. Esos descuentos en efectivo, oscilan ente el 10% y el 15%.
Para quienes incumplan con la nueva norma y sean detectados por inspectores de la Secretaria de Comercio, tendrán que pagar multas desde $100 hasta $ 5 millones, tal cual esta previsto en las leyes de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial.
En tanto, en el Gobierno esperan que a mediano plazo la medida ayude a evitar subas de precios. “El que suba los precios seguramente va a tener menos ventas”, dijo Braun. Además esperan que los bancos compitan por la financiación y ofrezcan mejores tasas para sumar clientes. “Vamos a volver a un escenario mas competitivo, como el que vivimos entre 2003 y 2008 donde muchos comercios tenía un descuento con unas tarjetas pero no con todas. “Esto perjudicaría a los bancos pequeños porque los más grandes tienen la posibilidad de negociar acuerdos con las grandes cadenas, mientras hasta ahora estaban todos en igualdad de condiciones porque la gente no sabia el costo financiero total y esa no era una condición a la hora de elegir la tarjeta de un banco”, advierten en un banco lìder. Asimismo, Llambìas celebra la medida: “El sistema que tuvimos hasta hoy fue muy bueno, y sirvió para recuperar el nivel de consumo y bancarización después de la crisis de 2002. Esta bien que el Gobierno busque mejorar aun más las condiciones del mercado”, afirmó Llambías.
“Para comercios mas chicos la tasa seguramente será mas alta porque los grandes pueden negociar mejores condiciones. Por eso la relevancia de sostener los planes Ahora 12 y 18”, dicen en Comercio.