Permanencia. Una tradicional celebración es la que tiene lugar en Mendoza, con la Fiesta de la Vendimia.

 

Cuando la leí me pareció excelente. Me refiero a la nota que escribiera Leandro Oliva, jefe de sección Sociedad del diario Los Andes bajo el título “Vendimia, la fiesta del vino a la que le falta el vino”. Comparto en todo la opinión de Oliva. De eso hablo hace años respecto a que el vino figura muy poco en este tipo de fiestas populares y reconocidas. Ni siquiera en un segundo plano. A mí, como sanjuanino, aunque no es una fiesta neta del vino, me preocupaba mucho que en la Fiesta Nacional del Sol se le diera poca relevancia al vino, y máxime si junto a Mendoza son las principales provincias vitivinícolas del país.

El Gobierno de San Juan así lo ha entendido y en esta edición 2018 de nuestra Fiesta del Sol llevará adelante una promoción del consumo del vino blanco como bebida refrescante, aromática y fácil de beber, con la participación de las bodegas. Por algo hay que empezar para la reconquista de nuevos consumidores, en especial jóvenes y mujeres. Y lo celebro.

A muchos poco les podrá agradar que haya una crítica en este sentido. Pero no nos quejemos porque cae el consumo de vino brutalmente a manos de la cerveza. Somos una provincia vitivinícola y en todas nuestras actividades culturales, sociales, deportivas y económicas debe estar presente el vino.

Leandro Oliva en su nota opina: “Festejar la vendimia, el fin de la cosecha de la uva, no es patrimonio de Mendoza. Repartidas por el globo hay otras fiestas que a su manera celebran al vino como se lo merece: con vino. Mucho y buen vino. Algo que nuestra querida fiesta parece haber olvidado”.

El blog The Big Wine Theory recopiló 17 fiestas vendimiales en el mundo. Algunas eligen su reina. También hay desfiles de carros. Y muchas suman un gran espectáculo central. Pero lo curioso es que en todas hay un momento donde el vino -y el acto de beber vino- es el principal protagonista.

 

Repasemos algunas:

Chile: Fiesta de la Vendimia de Curicó. Además de reina y música, hay un pesaje de la soberana en botellas de vino y un torneo de pisadores de uva.

Uruguay: Festival de la Vendimia. Hay degustaciones de comidas y vinos, y la posibilidad de participar de la cosecha y pisada de uva en cada una de las bodegas participantes.

Perú (Ica): Festival Internacional de la Vendimia. El evento más popular es una pisada multitudinaria de uva entre los vecinos que señala el comienzo de la fiesta. También se realizan degustaciones.

Francia (Borgoña): Les Trois Glorieuses. La actividad más importante llega al final: la subasta de los vinos jóvenes presentados durante la fiesta.

Alemania (Bernkastel-Kues): Weinfest der Mittelmosel. Cada candidata a reina debe saber diferenciar claramente el aroma y sabor de cada uva. Luego, la ganadora tiene que mostrar lo que sabe y someterse a un examen sobre sus conocimiento vitivinícolas ante cámaras de televisión.

España (Valencia): Fiesta de la Vendimia en Requena. Una actividad popular es la “Noche de la Zurra”, donde la gente recorre las calles de la ciudad provista de botas de vino y pidiendo agua que se les tira con baldes y mangueras.

Chipre (Limasol): Fiesta del Vino. Durante la noche se organiza una feria en donde los visitantes pueden degustar todos los vinos gratis.

República Checa (Mikulov): Fiesta de la Vendimia de Parava. Todo se lleva a cabo a través de una representación medieval que incluye degustaciones y presentaciones de los vinos del año.

México (Querétaro): Fiesta de la Vendimia. Organizada por una bodega, invita a degustar sus vinos y participar de la pisada de la uva.

Y hay más en países como Canadá, Portugal, Suiza y Luxemburgo, donde la fiesta siempre gira alrededor de un vaso o una copa llena de vino.

Ahora volvamos a Mendoza. Repasemos los “actos oficiales” de la Vendimia que enumera la secretaría de Cultura en su web:

Bendición de los Frutos: “Ceremonia litúrgica (…) homenaje a los productores, cosechadores, hombres y mujeres protagonistas del trabajo vitivinícola”. ¿El vino? Bien, gracias.

Vía Blanca: “Desfile nocturno de carros alegóricos, con la participación de las reinas departamentales y sus cortes”. ¿Vino? Ausente sin aviso.

Carrusel: “Carros alegóricos con las soberanas departamentales (…); agrupaciones tradicionalistas y colectividades recorren las calles céntricas de la ciudad de Mendoza”. ¿Alguien dijo vino? No.

Acto Central: Más de 850 artistas en escena (…) en una puesta majestuosa. Inmediatamente después, elección y coronación de la Reina Nacional de la Vendimia”. ¿Un brindis multitudinario al final? No, ni nada que se le parezca.

Así, la “Fiesta” de la Vendimia parece más una celebración de la ley seca. Las bodegas brillan por su ausencia en los actos oficiales y tal vez esa sea la razón de que no haya vino en la fiesta del vino. Aunque en realidad sí lo hay, pero al costado: en las mesas de los turistas que miran pasar a los carros y en los eventos privados que aprovechan el imán de la Vendimia. Allí están la Pisada de la Uva (la organiza un shopping), la Megadegustación (un municipio) y la Fiesta de la Cosecha (a cargo de un ente que sostienen las bodegas), en los que para chocar las copas hay que pagar. Una fiesta más cara y exclusiva, como parece querer venderse la industria del vino.