El salto del dólar y el nuevo pico inflacionario que se avecina puso nuevamente en estado de alerta a los deudores hipotecarios. Aquellos que tomaron un préstamo ajustado por UVA podrían ser los más perjudicados ante el fuerte aumento de las cuotas mensuales que se avecina.
Desde el Gobierno anticiparon que se encuentra en estudio algún tipo de alivio, que será anunciado en las próximas horas. Consiste en suspender el ajuste mensual según la evolución del índice de inflación hasta fin de año. En los próximos meses el ajuste se realizará según la evolución del Coeficiente de Variación Salarial (CVS). La diferencia entre la suba de la inflación y el aumento de los salarios será pagada a los bancos directamente por el Estado, como una forma de subsidio a los deudores.
En los últimos meses fue creciendo la protesta de los deudores porque las cuotas aumentaron mucho más rápido que los sueldos. Esto genera una situación angustiante, ya que en algunos casos el pago mensual equivale hasta 40% del salario, quedando poco margen para el resto de los gastos familiares. En general, los bancos prestan un monto que no equivalga más de 20% ó 25% del salario familiar.
En mayo se había establecido un seguro obligatorio para los tomadores de préstamos UVA con el objetivo de cubrirlos de aumentos exagerados de la cuota por causa de la inflación. Sin embargo, esto fue definido para los préstamos nuevos y no para los más de 100.000 deudores.
La cláusula de los préstamos hipotecarios UVA establece que el deudor puede extender hasta 25% el plazo del préstamo si se da una condición: que el aumento de la inflación supere por lo menos 10 puntos porcentuales.
Esta medida se suma a las anunciadas ayer por el presidente Mauricio Macri, entre ellas la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, el congelamiento de los precios de las naftas y los descuentos para monotributistas y autónomos.