Los inviernos muy secos, con falta de nubosidad que evita la pérdida de calor en el suelo, han sido determinantes para que las horas de frío en el campo hayan venido en constante crecimiento en los últimos tres años. Según las cuentas que sacan en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) hasta el viernes pasado, ya iniciado septiembre, se llevaban contabilizadas un total de 1.088 horas, un 42,6% más que las del 2017, cuando se registraron 763 horas. El fenómeno, sin embargo, es positivo para el agro porque permite una mejor brotación de las plantas.

Según los especialistas, el dato es bueno porque la falta de horas de frío atenta contra un requerimiento natural de las plantas para tener una adecuada floración y brotación, y garantizar, por lo tanto, un mayor volumen de producción para su posterior cosecha. Lo peligroso es cuando el descenso de la temperatura produce heladas tardías, muy dañinas para algunos cultivos.

Sonia Silva, a cargo del Servicio de Agrometeorología de la EEA San Juan del INTA, dio los datos de los últimos años. En el 2017 fueron 763 horas de frío, en el 2018 ascendieron a 945 horas y el año pasado se registraron 1.018 horas. Este año, hasta el viernes ya se habían superado todas esas marcas, con 1.088 horas de frío acumuladas.

Las horas de frío cada temporada se empiezan a contabilizar a partir de que la temperatura en el campo desciende por debajo de los 7 grados. Los técnicos del INTA están atentos a ese fenómeno porque permite anticipar cómo vendrá la producción y cosecha de los distintos productos. Cuando no hay suficientes horas frío suele suceder que los cultivos brotan en forma despareja, y eso significará una menor producción. Pero este año ya se cumplieron las horas necesarias.

En el INTA siguen de cerca el tema. Arturo Pechuan, técnico del organismo, dijo que la existencia de tantas horas de frío no es mala, el temor es por las heladas tardías que pueden afectar los cultivos. Otro técnico del instituto, Rodrigo Espíndola, especialista en uvas, sostuvo que hayan ocurrido tantas horas de frío es bueno para el campo y permite anticipar que habrá buena brotación de las plantas. Incluso de frutas con altos requerimientos de frío, como duraznos y ciruelos.

Este año el período de horas de frío se empezó a contabilizar a partir del 3 de mayo, cuando se registraron 3,3º y la primera helada tuvo lugar el 23 de mayo con -0,9º, según las mediciones que realizan los técnicos del INTA. Otros años pueden registrarse temperaturas muy bajas hasta en noviembre. Esas son las peligrosas para el campo porque dañan las plantas cuando ya han empezado a florecer.

 

Cantidad

1.088 Es la cantidad de horas de frío en el agro sanjuanino que se han registrado hasta ahora, según los números que manejan los técnicos de la estación del INTA en San Juan. El dato es bueno para el agro, porque anticipa buena brotación.

 

Inviernos, con menos nubes

El climatólogo Germán Poblete explicó que el fenómeno de los inviernos más fríos de los últimos años se debe a que hemos tenido períodos muy secos y con escasa nubosidad. Explicó que, cuando hay nubes, la irradiación que debería ir a parar al espacio rebota en las nubes y se recicla y no deja que la temperatura siga bajando tan rápido. Cuando hay ausencia de nubosidad, hay un mayor enfriamiento del suelo.

Hay que partir de la base de que el suelo se calienta y se enfría según la presencia del Sol. Así, cuando hay Sol, el suelo se calienta y le transmite el calor al aire, y cuando desaparece en la noche, el suelo se enfría. Por eso es que las mínimas están cerca de la salida del Sol, porque el suelo se había venido enfriando por la falta de éste y el corte se da cuando vuelve a aparecer.