El recientemente inaugurado Centro Cívico, el Hospital Rawson, el Casino de la ciudad, la Facultad de Arquitectura de la UNSJ y los campamentos mineros, entre otros; todos estos edificios tienen en común la implementación de un nuevo sistema: la construcción en seco, que en Argentina sólo lleva menos de tres décadas y en los últimos años se incrementó notablemente su uso, tanto en nuevos emprendimientos o remodelaciones de estructuras anteriores, como en proyectos de gran envergadura.

Este nuevo sistema constructivo que va ganando espacio en San Juan, como en el resto del país, comprende tres elementos básicos en sus estructuras: Se hace con perfiles de acero galvanizados -conocido como sistema steel framing- recubiertos con una capa de zinc puro en ambas caras que los protegen de la corrosión; tiene placas de roca de yeso que resisten cargas de hasta 30 kilos en los tabiques y 6 kilos en los cielorrasos, en el caso de las tradicionales de 12,5 milímetros de espesor. Y en tercer lugar, se le pueden instalar aislantes térmicos y acústicos para soportar las altas temperaturas en verano, el frío del invierno y los ruidos. En definitiva, todos elementos que pueden combinarse perfectamente con la construcción tradicional. Y algo muy importante: cuesta menos y es más rápido.

"Las ventajas de la construcción en seco son varias: la agilización de los tiempos de obra, el costo menor, en estructuras de altura prescinde de hormigón armado porque tiene menor peso propio y otro dato importante es que se puede identificar la procedencia de sus materiales, cosa que no sucede con los ladrillos o la arena por ejemplo", explicó a este medio el gerente del Instituto de la Construcción en Seco (INCOSE), Federico Ortiz Picasso.

Para San Juan, este tipo de construcción tiene como principales conveniencias que es antisísmica y por sus aislantes reducen hasta un 33% la carga térmica en invierno, y un 28% la de verano, además de que los gastos de energía se disminuyen en un 50% por el mayor rendimiento de los equipos incorporados en la obra final.

También, se puede implementar para la ejecución de proyectos mineros, petroleros y de infraestructura, a partir de construcciones modulares para campamentos, temporarios o definitivos, y dada la rapidez de obra y los aislantes, las zonas montañosas como la cordillerana con climas extremos no son limitantes para dicha edificación.

Otras ventajas de este tipo de construcción se relacionan con la seguridad en obra, porque los riesgos son mínimos dada la facilidad de utilización de los materiales, que por sus características retardan la propagación de fuego; a la vez, se reducen considerablemente los desperdicios en la construcción.