La fiesta no podía ser más completa y el público sanjuanino correspondió a la invitación. La celebración del Día Mundial del Malbec en la Plaza del Bicentenario, que tuvo lugar anoche, fue todo un éxito al punto que costaba caminar entre los stands de las 25 bodegas participantes. El convocante fue el vino que ha llegado a ser la variedad líder en nuestro territorio y que se ha convertido en la cepa emblema del país.
“El Malbec es el vino que más se comercializa en el mundo y en cualquier misión comercial en la que participan las bodegas sanjuaninas es el que más piden”, dijo el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, el área oficial encargada de la celebración.
Había stands para todos los gustos, desde delicias locales como chocolate artesanal, alfajores sin conservantes ni aditivos, quesos saborizados hasta derivados de las aceitunas, como aceite de oliva, conservas y frutas secas. Tampoco faltaron los productos artesanales vinculados con el vino. Por ejemplo portabotellas armados con cuero caprino y estuches de vino en madera natural, con todos los elementos necesarios para una degustación.
Para los que querían aprender un poco más de los Malbec sanjuaninos, alumnos de primer año de la carrera de sommelier de la Universidad Católica de Cuyo hicieron catas dirigidas en las que los asistentes pudieron aprender los 3 pasos para apreciar un vino: primero la vista, con sus colores y matices, después las notas aromáticas con el olfato y por último las sensaciones en boca.
Tampoco faltaron los “food trucks”, con hamburguesas, panchos con salchichas alemanas, paletas heladas y los tacos, para quienes querían comer algo mientras probaban los vinos.
El toque musical lo aportaron músicos sanjuaninos que interpretaron una amplia variedad de canciones de diferentes géneros musicales en un escenario montado para la ocasión.
El 17 de abril de cada año se conmemora el Día Mundial del Malbec ya que en 1853 se presentó oficialmente el proyecto para crear la Quinta Agronómica, la primera escuela de agricultura del país, donde Michael Pouget, a instancias del presidente Domingo Faustino Sarmiento, fundara los cimientos de la vitivinicultura argentina.