Los efectos de la inflación, la devaluación y las subas del petróleo siguen impactando fuerte en la economía doméstica y esto se refleja claramente al medir el costo de los combustibles en relación con el salario promedio de la gente. Con los nuevos aumentos en los precios de las naftas y sueldos viejos, llenar el tanque de un auto con capacidad de 56 litros, una sola vez al mes, con nafta súper insumirá casi el 10% de un salario promedio en la provincia.
Teniendo en cuenta que se espera en forma inminente un nuevo incremento en las estaciones de servicio, que según la presidenta de la Cámara de Combustibles de San Juan, Analía Salguero, será del 5% para la nafta súper y el diesel común, y del 8% para los premium, se realizó el ejercicio de calcular cuánto impactará en el bolsillo.
Así, una vez que se ajusten los valores en los carteles de las expendedoras, para cargar el tanque con nafta súper habrá que disponer de 1.844 pesos, frente a los 1.756 pesos que hacen falta hasta ahora. En el caso de que se opte por naftas premium, el costo ascenderá a los 2.281 pesos, frente a los poco más de 2.100 requeridos en estos días.
Teniendo en cuenta un salario promedio de 18.884 pesos de bolsillo, que es el correspondiente a un empleado de comercio de la categoría vendedor, sin antigüedad, se infiere que este trabajador tendrá que destinar el 9,76% de sus ingresos para efectuar una carga mensual en su vehículo. Si elige el combustible premium, la relación con sus ingresos será del 12%.
La suba de los combustibles se ha convertido en un gran problema este año por los efectos que tiene sobre el resto de los precios de la economía en general, tales como alimentos, fletes y costos del agro, entre otros. El aumento que se espera este agosto será el tercero en menos de un mes y el séptimo en lo que va del año. La recomposición que tuvieron las naftas básicas (las más baratas) hasta el momento alcanzan un acumulado del 22% en el año, mientras que para las premium o de mayor valor agregado, alcanza un 27%. De todos modos, las petroleras ya han advertido a las estaciones de servicio que los precios tienen un atraso del 20%, y que por lo tanto, seguirán subiendo hasta fin de año hasta equiparar el valor que tienen en todo el mundo. "Creo que van a seguir aumentado por tres o cuatro meses más", dijo ayer Salguero (ver recuadro).
En cuanto a la relación con los sueldos, un informe de Bloomberg, publicado recientemente por el World Economic Forum en El Cronista, situó a la Argentina en el cuarto lugar, entre una docena de países donde más cuesta llenar el tanque. Ese informe evidenció que con ingresos diarios de 1.200 pesos de salario promedio en Argentina, y un costo de 34 pesos por litro de nafta premium, se deben destinar 3,8% del ingreso diario a la carga de combustible. La proporción es mayor si en lugar de tomar el sueldo promedio se toma el salario mínimo de 10.000 pesos mensuales.
Brasil es el que tiene las naftas más caras del mundo de acuerdo al salario promedio de ese país, ya que se deben destinar el 4,62 % del ingreso diario a la compra del litro del mismo combustible. El más barato es el de Estados Unidos, con una relación del 0,46%.
Seguirán los aumentos paulatinos
La presidenta de la Cámara de Combustibles de la provincia, Analía Salguero, dijo que los ajustes en los precios de comercialización al público de los combustibles seguirán su escalada alcista hasta fin de año, "en forma paulatina y consecutiva". Salguero reiteró que los precios van a seguir aumentando por un período de 3 o 4 meses "porque tienen que lograr un valor internacional del combustible". Añadió que este sinceramiento de precios evitará lo que está pasando en el norte del país, donde se registra desabastecimiento en muchas estaciones de servicio porque las petroleras no venden libremente y el volumen se ha incrementado por las cosechas. En San Juan no se registra este tipo de inconvenientes, por lo menos hasta el momento. En cambio sí informó que petroleras como YPF y Axion están entregando con cupo en San Juan, mientras que Shell vende hasta la cantidad consumida a igual mes del año anterior al precio actual, y los pedidos extras a ese volumen tienen un precio más caro para las estaciones de servicio que así lo requieran. "El estacionero lo está pasando mal, porque no es formador de precio y somos perjudicados de que el precio suba junto con el consumidor", señaló. De todos modos, opinó que peor que pagarlo caro, es no tenerlo.