San Juan, 26 de marzo.- En medio de los problemas que enfrentan las economías regionales, la de Cuyo no es la excepción y tal vez de las más castigadas, apareció una medida del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento del vecino país por la que suspende el ingreso de fruta mendocina, específicamente manzanas y peras. Esta decisión trae a colación lo que Brasil dispuso hace dos años para la uva de mesa sanjuanina, que obligó a que la fruta ingrese desde ese momento bromurada. No fueron pocos los que especularon que era una maniobra restrictiva camuflada como sanitaria.
Sin una resolución rápida, la medida podría generar perjuicios a los exportadores mendocinos por más de U$S 10 millones. “Esta suspensión a las importaciones de fruta de pepita de Argentina ha surgido imprevistamente y muy cerca de la misión que esperábamos de este país a las zonas productoras. Al ser Brasil una zona libre de carpocapsa, era claro que veíamos que estaba aumentando sus exigencias por la presión de la plaga en Argentina. Sin embargo, no esperábamos esta resolución”, señaló Carlos Lehmacher, director del Centro Regional Cuyo del Senasa.
En Mendoza como en San Juan el debate está abierto: la ‘Brasildependencia’ es un cuello de botella cada vez más angosto. La apertura de nuevos mercados no se hacen de un día para otro, ¿pero que se hace intertanto?. A la vista, muy poco.
