Era una definición que de este lado de la cordillera esperaban ansiosos, porque allana el camino hacia el llamado a licitación del túnel de Agua Negra. Una fuente del gobierno provincial aseguró que Chile resolvió finalmente participar del financiamiento de la obra, aunque no trascendió cuál es el monto que aportará ni de qué forma lo hará. Una de las posibilidades era que Argentina se hiciera cargo de devolver la totalidad del crédito, pero quedó descartada tras la decisión de la administración trasandina. El acuerdo aparece en el documento que los presidentes de ambos países planean firmar el mes que viene en Santiago.
El esquema financiero es clave, porque es uno de los aspectos que hace falta definir para poder llamar a licitación para construir el túnel. Ahí se definirá qué país pedirá el crédito, qué porcentaje devolverá cada uno y cómo se instrumentará. En danza había tres alternativas que la gestión de Piñera venía analizando. Una, que Chile se haga cargo de alrededor del 33 por ciento de la obra, que es correlativo a la longitud del túnel que está en su territorio. Otra, que financie el 15 por ciento. Y la tercera, que no aporte nada y que Argentina tome el 100 por ciento del crédito.
Chile hizo una oferta propia, parecida a una de las tres que estaban en análisis. Y si bien las cifras se mantienen en secreto, las fuentes contaron que consiste en que aportará fondos para el financiamiento. La propuesta salió de Ministerio de Obras Públicas transandino, a quien el presidente Sebastián Piñera le encomendó la tarea del financiamiento, y fue aprobada por los miembros del Ente Binacional (Ebitan) que tiene a su cargo la formulación y ejecución del proyecto, entre ellos el ministro sanjuanino José Strada.
Según las fuentes, es uno de los puntos del acuerdo a firmar por los presidentes Cristina Fernández y Sebastián Piñera el próximo 18 de septiembre en Chile, para los festejos de la Independencia de aquel país. El documento está en la etapa final de elaboración, fue enviado a las cancillerías de los dos países y hay expectativa de que incluya un compromiso expreso de los mandatarios de hacer la obra, lo que habilitaría de inmediato al Ebitan a fijar una fecha para llamar a licitación. Aunque no se descarta que exista un acuerdo previo y que directamente los presidentes anuncien el día de convocatoria a las empresas interesadas en construir el túnel. De cualquier forma, la intención es que sea antes de terminar este año.
El túnel, que es la salida al Pacífico del Corredor Bioceánico que parte en Porto Alegre y pasa por el centro argentino, está valuado hoy en unos 900 millones de pesos y para hacerlo hace falta pedir un crédito. Lo que no se sabe todavía es si lo harán los dos países o uno solo. Tampoco está definido el mecanismo que se pondrá en práctica para el repago del préstamo. Las fuentes contaron que una de las alternativas es que el Estado nacional gestione el dinero, que se encargue de devolverlo y que periódicamente reciba los aportes que resolvió hacer el país trasandino.
Entre algunas entidades que han mostrado interés en financiar la obra están el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) y un grupo inversor privado preveniente de Italia. El primero debido a la gestión del ex presidente Lula Da Silva, después de una reunión que mantuvo en su país con el gobernador José Luis Gioja.

