El departamento Calingasta es el que tiene los precios de los combustibles más caros de la provincia, casi 70 centavos en el caso de la nafta súper, y alrededor de 1,50 pesos en el caso del gasoil. En la otra punta de la balanza, Caucete y Sarmiento son los que tienen los valores más bajos, más de 10 centavos por abajo del promedio en el caso de la súper. La comparación surgió a partir de un relevamiento por intermedio de una aplicación que puso en marcha en abril el Ministerio de Energía de la Nación, disponible también para bajar al celular, que permite ver los precios en cualquier punto del país y determinar la estación con los costos más convenientes.

La idea del Gobierno nacional fue llevar transparencia al mercado de los combustibles en el país, cuyos precios están liberados, es decir que cada estacionero tiene la posibilidad de disponer los valores que crea más convenientes. Claro que, como hay competencia, ninguno puede poner los precios muy altos porque perderá clientes. La excepción es en aquellos lugares donde no hay competidores porque se trata de zonas alejadas, como ocurre en Calingasta, donde la única estación de servicios en la villa cabecera es de las llamadas blancas, es decir que le compra el combustible a distintos proveedores y no a una compañía en particular, como YPF o Shell. Y, como se encuentra a unos 175 kilómetros, el flete de transportar el combustible a aquella zona es más costoso, según la explicación dada por sus responsables.

En general, los precios en los distintos departamentos son similares y sólo presentan algunos centavos de diferencia (ver infografía). En el caso del GNC, el valor más bajo es el de Pocito, donde una estación de la bandera Oil lo tiene a 9,50 el m3, mientras que en el resto de los lugares está a casi un peso más cara, incluso en el caso de Caucete, el departamento más alejado del Gran San Juan en contar con ese tipo de combustible.

La obligación de los estacioneros es subir a la página oficial, preciosensurtidor.minen.gob.ar, los valores de los combustibles a las 8 horas de producido cualquier cambio para no incurrir en sanciones. Los establecimientos que no están obligados a realizar esta acción son aquellos de bandera YPF, que comercializan naftas y gasoil bajo la modalidad de consignación, ya que el procedimiento está a cargo de la petrolera estatal.

La herramienta puede ser utilizada en una PC o mediante una aplicación para dispositivos móviles. En la misma página está la posibilidad de realizar una denuncia si el precio que figura en la página no es el que le cobran al usuario. La app permite también clasificar resultados según tipo de combustible y bandera. Los resultados pueden luego ser visualizados en un mapa con indicaciones del lugar. Cada estación de servicio puede ser observada en detalle, accediendo a datos fiscales y, obviamente, al precio del tipo de combustible que se esté buscando. Los datos que pueden observarse son CUIT, razón social, bandera y dirección y también se informa el horario de funcionamiento del local.

Como todos los estacioneros tienen la obligación de registrarse en la página, hay sanciones por no subir los datos como así también por registrar valores distintos a los que se cobran en la práctica al usuario. Los castigos a aplicar son el equivalente en pesos de entre 100 y 150.000 litros de nafta súper, es decir que oscila entre los 1.984 pesos y los 2,9 millones de pesos, a valores actuales. También se podrá resolver el cierre temporario o parcial de las instalaciones, dependiendo de la gravedad de la irregularidad.

El mecanismo funciona con la denuncia del usuario, a través de la misma página en la que figuran los valores de los combustibles. Y la autoridad nacional verificará si la falta merece o no una sanción.

Hasta ahora, en San Juan no se ha sancionado a ningún estacionero, según dijo Bernardo Turcumán, de la Cámara de Expendedores de Combustibles de la provincia.

 

Reacción en el sector

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Desde la Cámara de Expendedores de Combustibles, Bernardo Turcumán, vicepresidente de la entidad, se mostró molesto con la implementación de la aplicación dispuesta por el Gobierno nacional. “No es fundamental, no ayuda a que baje el precio”, sostuvo el dirigente.

Recordó que los valores de los  combustibles están liberados y que los estacioneros pueden aplicar el precio que crean más conveniente. “No hay un precio oficial”, agregó.

En San Juan funcionan unas 45 estaciones de bandera y unas 40 más son de las llamadas blancas, es decir que no venden combustibles de una compañía determinada.

En el sector hay preocupación por los bajos márgenes de rentabilidad del negocio e incluso en la última reunión nacional de los expendedores de todo el país surgió la amenaza de disponer un lock out (paro) patronal, como protesta porque las petroleras no acceden a que los estacioneros ganen más.

Los valores

Último cambio

En abril pasado se produjo el último retoque en los precios de los combustibles dispuesto por el Gobierno nacional. Y, al contrario de lo que ocurre siempre, fue con una rebaja del 2.6 por ciento en el precio del gasoil y del 0,1 para la nafta.