El proyecto minero Casposo, en Calingasta, está a punto de dar el salto más importante y así ser el tercer gran yacimiento aurífero en etapa productiva. Según confirmaron desde la empresa Troy Resources, a cargo de la explotación, ya se han probado dos de los ocho procesos de la cadena de extracción, y una vez que terminen ya podrá hacerse la primera colada, paso que se daría "antes de fin de año", aunque no precisaron la fecha. Si bien Casposo, al igual que Gualcamayo y Veladero, utilizan una solución cianurada para la separación del metal de la roca, el proceso es sensiblemente diferente. (ver infografía)
La hermana menor de los yacimientos de oro de la provincia, y la más "urbana" de todas -está a media hora de viaje de la Villa de Calingasta y por eso no tiene campamento-, empezó la cuenta regresiva para iniciar la producción. "Vamos por el segundo de ocho circuitos, nosotros hemos separado la planta en circuitos -circuito 100, circuito 200, etc-, entonces estamos probando cada uno de ellos y luego de que optimizemos todos los mecanismos, y antes de fin de año, ya vamos a estar con la primera colada. Estamos haciendo todos los esfuerzos para que sea cuanto antes", explicó Eduardo Machuca, directivo de la firma australiana Troy Resources.
Hasta el momento y luego de dos semanas intensas de trabajo, la empresa ha calibrado el funcionamiento de los dos primeros procesos, de un total de ocho: trituración y molienda. Los resultados fueron óptimos y en estos días se avanzará en el tercero: lixiviación. Esta etapa del circuito tiene características distintas a las de las otras dos minas, porque el cianuro se concentra en tanques y por medio de batidoras gigantes revuelven el material hasta que el oro se desprenda de la roca, quedando el metal en la superficie, siendo extraído por bombas que a través de un tubo es derivado a la "sala de oro", donde saldrá el bullón -es una aleación de oro y plata, en menor porcentaje-. Por revisar quedan todavía, el circuito de espesadores o decantación contra corriente; la planta de proceso Merrill-Crowe, donde el oro y la plata contenido en la solución son precipitados por adición de polvo de zinc y de nitrato de plomo; filtrado y lavado; clarificadores y por último refinería, donde se sacará un lingote de oro, aunque no es oro refinado, es una fusión. Otro dato que resulta distintivo es que sí se refinará la plata, obteniendo según los cálculos de la empresa un material de un 99,8% de pureza. Es decir, que de ésta explotación se sacará un doré de oro y uno de plata. Entonces Casposo tendrá dos líneas, lingotes de oro y de plata, precisaron desde la empresa.
Los tiempos vienen dándose tal cual estaban estipulados por la empresa, e incluso el CEO de la compañía, Paul Benson, que visitó San Juan en mayo del año pasado, le había confiado al gobernador Gioja que "a fines del 2010 estaría produciendo" la mina. Si bien el impacto de Casposo en el boom minero sanjuanino es sensiblemente menor a lo que ocurrió con Gualcamayo y Veladero, no deja de ser otro espaldarazo a la política minera que lleva adelante desde hace 7 años el gobierno sanjuanino.
