Luego que la Cámara Federal de La Plata ratificara el miércoles pasado una condena civil contra la bodega sanjuanina Nietos de Gonzalo Torraga SA y el Instituto Nacional de Vitivinicultura por la muerte de un consumidor que ingirió vino adulterado con alcohol metílico en 1993, el INV anunció ayer que apelará el fallo en cuanto sea notificado formalmente. Guillermo García, titular del organismo, se mostró sorprendido por la noticia ya que aseguró haberse enterado por los medios de comunicación de la resolución judicial. Asimismo, el funcionario aclaró que "no hay nada nuevo en las causas, sólo la confirmación de una nueva sentencia". De todas maneras García, aprovechó para resaltar algunos aspectos generados a partir del caso "Torraga", no sólo por la tragedia de esa época, sino por lo que se logró evitar a partir de medidas legales y técnicas que desde esa época viene trabajando el organismo. "Estos hechos terminaron desnudando la falta de una ley que protegiera al consumidor, por eso 3 años después de los hechos -en 1996- el Congreso Nacional sancionó la Ley 24.566 de Alcoholes que rige actualmente en todo el territorio nacional y faculta al INV para realizar los controles". Según el funcionario, se adoptaron medidas a partir de las cuales se mejoraron los puntos de control en todo el país con relación al tratamiento del alcohol metílico, puntualmente, advirtió "hay una desnaturalización del alcohol metílico en origen de las plantas ubicadas en las provincias de Neuquén y Santa Fé, esa desnaturalización se realiza a través de un "amargante" que obligatoriamente lo tienen que realizar". Agregó además que en la actualidad se han implementado "caudalímetros" en esos establecimientos para precisar la producción de metílico y en breve, exigirán la instalación de GPS para seguimiento satelital de los camiones que se dedican al traslado del metanol.