Porque son más rentables, y con la intención de reemplazar unas 4.000 hectáreas de olivos de zonas del Este sanjuanino, principalmente de 25 de Mayo, por no ser aptas en esa geografía y clima, el Gobierno provincial puso en marcha una línea de créditos por 2 millones de pesos para incentivar el cultivo de pistachos. Se trata de fondo nacionales que llegaron por aportes del Ministerio de Agroindustria de la Nación, un convenio que fue aprobado el jueves pasado por la Cámara de Diputados. Ahora, el Ministerio de la Producción establecerá los montos de los créditos, los plazos de devolución y la tasa de interés, que no será superior a un dígito, según aseguró el titular de esa cartera, Andrés Díaz Cano. La distribución de los recursos pasará por la Agencia Calidad San Juan, a cargo de Eduardo Danna.
El propósito es ayudar a los pequeños productores con fondos para que puedan dar los primeros pasos para incursionar en el negocio del pistacho o ampliar las producciones existentes. No es un cultivo barato porque la planta injertada cuesta 10 dólares, pero el kilo del producto después se comercializa a ese mismo valor y los rendimientos en San Juan están entre los mejores, incluso del mundo (ver aparte).
En el sector privado hay productores que tienen intenciones de crear una cámara.
El Poder Ejecutivo apunta en particular a la zona donde se habían cultivado cerca de 4.000 hectáreas de olivos en 25 de Mayo que se perdieron luego de una gran helada hace unos años. Estudios agroclimáticos posteriores del INTA demostraron que esas tierras con temperaturas mínimas extremas no son aptas para los olivos que toleran solo hasta -7ºC. En cambio, sí lo son para el pistacho, un cultivo muy valioso como alternativa económica para San Juan porque tiene baja necesidad de riego y el rendimiento que se obtiene por hectárea, que oscila en los 4.500 kilos, lo sitúan a la par de los productores más eficientes. Estas características, unidas a su precio internacional, de unos 10 dólares el kilo listo para el consumo (salado o tostado), lo llevarían a ser un excelente proveedor de divisas y contribuiría a la diversificación económica regional, piensan en el gobierno. Además, se trata de una planta que no tiene demasiados requerimientos de agua y se pueden regar con los métodos tradicionales o con riego por goteo.
Uno de los pioneros en la producción de pistachos en San Juan, Marcelo Ighani, dijo que “todo lo que sea para incentivar este cultivo es bienvenido”. Y destacó que tanto del Valle de Tulum, como los de Zonda y Ullum, son aptos para esta variedad. En su caso es propietario de una plantación de 50 hectáreas y tiene otras 40 que ya están en etapa de preparación. El pistacho es originario de Asia Menor, Siria y Palestina y luego fue cultivado en el mediterráneo europeo, trasladándose después a Estados Unidos, más precisamente California, Arizona y Nuevo México. Su utilidad es la del consumo de su semilla en estado crudo, salado, o tostado, como así también en la elaboración de helados, postres, aceites y en la industria cosmética. La planta no supera de los 6 a 7 metros de altura y tiene una copa voluminosa, con ramas largas y delgadas.
La superficie en producción de pistacho es de unas 450 hectáreas, según datos de la Secretaría de Agricultura. Están ubicadas en 25 de Mayo, San Martín, Pocito y Zonda. Además, hay otras 360 hectáreas que están próximas a entrar en producción y proyectadas hay otras 662. En total suman 1.472 hectáreas. El costo para plantar un hectárea es alto y ronda los U$S 8.500, según las cuentas de los despachos oficiales. Y si bien la planta tarda unos 5 años en entrar en producción, los rindes en la provincia hacen muy atractivo este cultivo. Los principales consumidores son Medio Oriente, Estados Unidos y Europa.