Buenos Aires, 21 de junio.- El diario especializado Mining Weekly destacó declaraciones de directivos de Barrick, según las cuales el nuevo impuesto propuesto por el gobierno de Australia sobre los beneficios mineros tendría un impacto sobre las decisiones de inversión en ese país.
El gerente senior de impuestos de Barrick, Sean Jermy, declinó entrar en detalles, pero dijo que el tributo del 40% sobre los beneficios mejoraría el atractivo de los destinos de otra inversión fuera de Australia.
El directivo recordó que Papua Nueva Guinea intentó una medida similar hace unos años, pero no funcionó, y debió dar un paso atrás.
"La historia está llena de ejemplos en los que esto no funcionó. Esperamos que prevalezca el sentido común".
"Comparto la opinión con el Consejo de Minerales de Australia (MCA) de que este impuesto es errónea”. La MCA reiteró ayer la necesidad de un diálogo abierto en torno a la reforma fiscal propuesta.
Precisamente, el CEO de MCA, Mitchell Hooke, dijo ayer: "queremos el diálogo con el gobierno federal sobre los impuestos SPT, al tiempo que reiteró las conclusiones de un estudio realizado por la consultora KPMG, según el cual nuevos proyectos mineros en Australia no serían capaz de llenar el vacío dejado por los aplazamientos de grandes proyectos como resultado de la controversia.
El informe sostiene que el níquel, cobre y minas de oro serían económicamente inviable con el nuevo impuesto. KPMG afirma que la elaboración de modelos macroeconómicos de largo plazo supone que toda la salida de capitales del sector minero de Australia, como resultado de la introducción del impuesto, se compensará con nuevas entradas de capital extranjero o local en el sector.
No obstante, indicó que es poco probable que esto suceda en el corto y mediano plazo.
