Un terreno de 161 hectáreas, ubicado en Sarmiento, es el que tiene en vista el Gobierno sanjuanino para poner en marcha el cultivo y explotación del cannabis medicinal en San Juan. Así lo dio a conocer el presidente de Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado (Ca.Me.SanJuan SE), Roberto Correa. El problema es que para avanzar en la iniciativa hace falta la aprobación del Ministerio de Salud de la Nación que, hasta nuevo aviso, está abocado a la lucha contra el Covid-19.
La porción de tierra es parte de un proyecto mayor, que llega a las 800 hectáreas, pero por la fracción menor hay incluso un preacuerdo firmado en febrero, con una opción de compra por un año. "Ya están corriendo los plazos", dijo Correa. El problema es conseguir la autorización de la cartera sanitaria nacional. Y después vendrá la intervención del Ministerio de Seguridad de la Nación, que dará su opinión sobre las condiciones de seguridad que deberá guardar el proyecto, como alambrados, cámaras de vigilancia, monitoreo y personal para el resguardo del lugar suficiente.
En el Gobierno se guardan por ahora la ubicación exacta de las tierras y el monto de la operación. "Son detalles que están bajo reserva", dijo Correa.
La empresa estatal Ca.Me.SanJuan fue creada en septiembre pasado por la Cámara de Diputados, tras la presentación de un proyecto impulsado por el Ejecutivo. La compañía tendrá a cargo "el cultivo y explotación de cannabis y sus derivados con fines científicos, medicinales y terapéuticos, en todas sus variedades, así como su producción, industrialización y comercialización". Además, no necesariamente la provincia deberá afrontar la totalidad de la inversión requerida para la producción, ya que, según la norma, podrá asociarse con terceros.
En efecto, Correa dijo que hay por lo menos diez grupos interesados en invertir en la iniciativa y por eso el apuro oficial. Cada grupo presentará la propuesta y un comité evaluador seleccionará la más viable, dijo el funcionario.
El objetivo oficial también es que no sólo se cultive la planta sino que también haya todo un proceso industrial para obtener el aceite de cannabis y así, generar puestos de trabajo y que se impulse otra actividad productiva. En San Juan y zonas de Afganistán tienen el clima ideal para dicho cultivo. En el caso de la provincia, la cantidad de horas luz solar es clave, ya que en otras partes del mundo impulsan la floración de la planta con luz artificial, lo que encarece los costos.
En cuanto a los beneficios, está probado que el uso medicinal es efectivo para reducir la frecuencia y la intensidad de crisis convulsionantes en casos de epilepsia refractaria. Por ese efecto positivo, las fichas están puestas en estudios para establecer si hay más alcances en otras patologías.
En la agencia local siguen de cerca un proyecto similar que ya está en marcha en Jujuy. Según Correa en esa provincia comenzaron con el cultivo en 35 hectáreas, pero el predio donde están ubicadas tiene cerca de 800 hectáreas. Algo similar se quiere hacer en San Juan, comenzar con una pocas hectáreas y luego ir avanzando en zonas más amplias.
La compañía tiene un presidente, que es Correa, dos directores y dos suplentes. Los miembros son designados y removidos por el Gobernador. El cargo dura cuatro años, con la posibilidad de ser reelectos.
PUNTOS DE INTERÉS
– Componentes
De acuerdo a estudios realizados hasta ahora, la planta de cannabis tiene dos principales componentes activos: uno de ellos es el CBD, el cual se utiliza para uso medicinal. El otro es el denominado THC, el cual es psicoactivo. Por lo general, lo que la gente fuma como droga recreativa son plantas que contienen THC, a veces hasta un 25 por ciento por volumen de ese psicoactivo y menos de un 1 por ciento del activo medicinal. Según informes de laboratorios especializados, se ha logrado desarrollar plantas genéticas de cannabis que contienen 20 por ciento de CBD, lo que cura, y menos de 1 por ciento de TCH. Los estudios son los que observan con interés en San Juan, a la espera de la aprobación nacional.
-Aprobación
La ley nacional para la utilización de cannabis medicinal se aprobó en el Senado el 29 de marzo de 2017, luego de su OK en Diputados de la Nación. La norma garantiza a ciertos pacientes el acceso al aceite de cannabis, habilitando su importación hasta que el Estado se encuentre en condiciones de producirlo, con prioridad para los laboratorios públicos nucleados en la ANLAP. Además, autoriza el cultivo por parte del Conicet y el INTA con fines investigativos y para elaborar la sustancia destinada a los tratamientos, pero no habilita el autocultivo para las familias. Según estudios realizados hasta ahora, el aceite de cannabis tiene un efecto positivo en casos de epilepsia refractaria. En la provincia están apurados por avanzar con los proyectos que ya están en elaboración.