Ni plazos fijos en pesos o en dólares. Ni compra de bonos públicos. Nada de eso. Esta vez para invertir los ahorros, darles utilidad y no perder en el trayecto liquidez, un buen refugio es la compra de autos usados. La ecuación parece bien simple: rara vez se desvalorizan, se ‘’enfría’’ la inversión y mientras tanto pueden usarlo.

Pero el ‘’lado B’’ de este tipo de inversiones, es que no siempre es tan fácil desprenderse del vehículo cuando existe la necesidad de transformar las cuatro ruedas en billetes en un tiempo perentorio acotado.

‘’Un plazo fijo hoy por hoy es un refugio que con el ritmo de la inflación resulta un espacio de ahorro poco conveniente. En cambio un auto usado, a diferencia de un auto nuevo, difícilmente baje el valor. Es sólo una alternativa, digamos que todo depende de las condiciones del vehículo que se adquiera’’, explicó el economista Eduardo Coria Lahoz.

‘’El auto usado modelo 2000 a 2005 que hoy se compra entre 25.000 o 40.000 pesos y que el propietario lo mantiene en condiciones, al término de un año o dos vale eso o mucho más. Ojo, depende del modelo y de algunos factores adicionales, pero en general resulta conveniente’’, agregó el agenciero José Manuel Moreno.

La inversión tiene sus riesgos, porque el auto necesita de un mantenimiento, pero igual el capital no pierde valor. Eso sí, el cliente debe saber que un mal negocio a la hora de vender puede depreciar el capital del vehículo hasta en un 10% -explican-, por lo que en ese retroceso aparecen las dudas lógicas de si era la mejor alternativa de inversión.

‘’Hasta un viejo Ford Falcon modelo ‘70 que tal vez implique una inversión de 15.000 o 20.000 pesos, con algunos arreglos es capaz de cotizarse dentro de unos meses en más de un 20% de ese valor y seamos sinceros, ¿quién te da hoy ese porcentaje de ganancia’’, apuntó Moreno.