La primera edición de la Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad, organizada por la Secretaría de Minería de la Nación, se hizo ayer en San Juan -precisamente en el departamento de Iglesia- y los proveedores mineros que acudieron al encuentro aprovecharon para insistir con sus reclamos por los contratos que está realizando la empresa Deprominsa, operadora del grupo Lundin en el proyecto de cobre iglesiano Josemaría.
La Cámara de Proveedores Mineros de Iglesia (Capresmi) volvió a cuestionar dos temas que considera clave: por un lado, las mesas de trabajo que organiza Josemaría, que dicen que los hace perder tiempo sin obtener ningún negocio. Lo otro, la falta de intervención de la minera en las subcontrataciones para que logren algún beneficio las empresas del denominado "anillo 1” del proyecto minero, en Iglesia y Jáchal.
La Cámara de Servicios Mineros (Casemi), que reúne a empresas más grandes de San Juan, cargó también con las mesas de trabajo y negocios, y reclamo ‘ir a los bifes’. Además, solidarizándose con las empresas iglesianas, propuso ‘apadrinar’ bajo el método de incubación a proveedores más pequeños para que también puedan obtener alguna tajada del negocio minero que supondrá la construcción de la mina Josemaría, con una inversión de U$S 4.100 millones.
Desde hace varios meses proveedores mineros de Iglesia, Jáchal y de la provincia vienen planteando fuertes cuestionamientos a los representantes del proyecto porque no tienen participación en las contrataciones y subcontrataciones que comenzó a hacer la compañía minera, al punto que incluso los iglesianos hasta hicieron un corte de ruta reclamando atención. La excepción es la Cámara de Proveedores Interdepartamentales Mineros de San Juan (Caprimsa), ya que su titular, Fernando Godoy, dijo que no tiene quejas.
- Las autoridades
Desde la Secretaría de Minería de la Nación vinieron ayer a Iglesia la subsecretaria de Desarrollo Minero de la Nación, Pamela Morales, y el subsecretario de Política Minera, Enzo Araya. Los acompañó el ministro de Minería local, Carlos Astudillo y el intendente de Iglesia, Jorge Espejo.
- LOS CUESTIONAMIENTOS
"No queremos que nos enseñen a hablar o nos capaciten, no queremos más mesas de negocios o trabajo, ni ‘plataformas Codim’. Queremos una mesa donde nos sentemos los proveedores más chicos con los más grandes, y con la minera, cara a cara; y nos digan en qué podemos trabajar ahora, no en 5 años", reclamó Fernando Varela, titular de Capresmi. Contó que él y su vice, Alfredo Díaz, expusieron ayer lo inútil que les resulta la metodología elegida por Josemaría para desarrollar proveedores. En cambio, destacaron lo que consideran exitoso, en base a la experiencia que tienen con la mina de oro Veladero. Pidieron repetir por ejemplo el accionar de la empresa de catering Aramark que al ser contratada por Barrick cedió a proveedores iglesianos una partecita del negocio como la lavandería, el camión térmico y las camionetas guías. ”No puede ser que Josemaría tenga 15 equipos viales en Iglesia, y ninguno sea de los 3 o 4 operadores que hay en el departamento", dijo Varela. Incluso reprochó al CEO de Josemaría, Alfredo Vitaller, que se haya juntado a almorzar con empresarios grandes en un club céntrico en ocasión de la feria minera, cuando a los proveedores iglesianos le dicen que sólo recibe a 2 personas cuando le piden una reunión. Agregó que no hay resultados tras la reunión realizada en septiembre en el Ministerio de Minería local, y tienen la esperanza puesta en la promesa del secretario de Desarrollo Minero Sustentable, Juan Manuel Pinto, de mediar para que el trabajo quede en proveedores locales.
Por su parte, Sergio Chiconi, desde Casemi, contó que en la reunión dio el apoyo a los pares iglesianos, en contra de las mesas ideadas por Josemaría. ”No funciona esa mecánica, no podemos estar 3 horas perdiendo tiempo” dijo. En cambio, propuso encuentros donde la minera diga qué trabajo hay que hacer, y los proveedores más grandes contraten a los más chicos. ”La manera de acortar camino es incubar a empresas y compartir el trabajo. Y exigir a la empresa que tome decisiones que descompriman la situación”, indicó.