El sanjuanino Ángel Leotta dio esta mañana su primer discurso en el desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina como presidente de la entidad. El dirigente se mostró muy enérgico y fue tajante al resaltar que “el vino es alimento” y eso lo distingue del “resto de las bebidas”, al referirse sobre la eliminación del impuesto interno.
Desde el Hotel Park Hyatt y ante autoridades nacionales, la Coviar presentó la“Visión Estratégica de la Vitivinicultura Argentina” en uno de los eventos clásicos de Vendimia y de los más esperados por empresarios vitivinícolas. Leotta cumplió con su responsabilidad de rendir cuentas sobre los avances y dificultades del Plan Estratégico Vitivinícola 2020 ante todos los actores involucrados de la cadena productiva.
“Tenemos ante nosotros una prueba de fuego. Sin consumidores no hay vitivinicultura posible ni para productores ni para bodegas; sin mercados no hay vitivinicultura posible para esta generación y para las generaciones que vienen. Sin demanda, no existimos”, comenzó el titular de la Corporación.
“El vino expresa lo que requiere gran parte de la producción argentina: productos locales de calidad global, y nos prueba que Argentina tiene la capacidad de pensarse a largo plazo. Somos la bebida nacional, somos alimento y eso nos distingue de otras bebidas”, continuó Leotta. Y agregó: “Por eso apoyamos la diferenciación aprobada por el Congreso Nacional el año pasado e instamos al Poder Ejecutivo a aplicarla”.
Si bien el dirigente agradeció al Presidente Mauricio Macri que “los escuchó” y a los gobernadores vitivinícolas por ser sus “voceros” en este tema, pidió que el beneficio se extienda para los espumantes.
“Siempre somos optimistas en que el trabajo realizado durante el año se refleje en una nueva cosecha. Hemos sido favorecidos por condiciones climáticas y de suelo únicas, tenemos que mantener un status sanitario de excelencia”, aseguró el representante de Coviar y destacó el trabajo realizado en la campaña para erradicar la Lobesia, la cual logró la reducción de la plaga en un 70% y evitó “pérdidas por 2.000 millones de pesos”.
Cuando Leotta llegó a tocar el reclamo generalizado y que más se escuchó en los “entretelones” del desayuno: medidas para adquirir competitividad en mercados internacionales, presidente de Coviar, antes de pedir un “aumento de reintegros a las exportaciones de vino, jugo de uva y uva de mesa”, resaltó que “esta actividad no pide, ni quiere subsidios, está acostumbrada al esfuerzo, a invertir y a competir con los mejores. Pretendemos seguir compitiendo en los principales mercados del mundo”. El dirigente fundamentó su solicitud del aumento en los reintegros con números: “Significará un aumento de las exportaciones cercano a los 100 millones de dólares”.
Más adelante fue más autocrítico con el sector y admitió una pérdida de segmentos de consumidores, segmentos en los que avanzó sobre todo la cerveza. “El consumidor argentino quiere propuestas innovadoras, productos en envases más prácticos y económicos, vinos que sean refrescantes, pensados para ocasiones y segmentos donde hoy no estamos presente. La demanda también nos exige vinos de menor graduación alcohólica y livianos. Tenemos que encontrar, como sector, el modo de satisfacer y legitimar estos nuevos modos de consumo para que el vino no se aleje de la cotidianeidad.
Sobre otro de los temas ‘sensibles’ para el sector, el aumento de tarifas, el dirigente aseguró: “Producimos en el desierto. La provisión de agua y la actividad de los 900 establecimientos vitivinícolas de todo el oeste argentino depende de la energía eléctrica. Creemos justo disminuir la presión impositiva que cargan las tarifas eléctricas provinciales”.
“El cambio dinámico del mercado sacude hoy más que nunca las estructuras de nuestra cadena y nos exige ser aún más competitivos. De ello depende el futuro de la vitivinicultura argentina. Debemos dar batalla para recuperar el terreno cedido, sin consumidores no hay vitivinicultura posible”, concluyó el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina.
Fuente: Los Andes