La ola de frío intenso que se viene registrando en los últimos días en San Juan ha logrado mejorar los registros de "horas frío" que necesitan acumular los cultivos en el campo para que puedan tener una adecuada floración y brotación que garantice un mayor volumen de producción. Pero aún no se alcanza lo óptimo. Hasta ayer, 28 de junio, había un promedio de 434 horas frío acumuladas, y si bien ha mejorado respecto a mayo, el registro está un 25% por debajo del 2020 a la misma fecha. Entre abril y el 28 de junio del año pasado ya se habían acumulado 577,66 horas frío promedio en la provincia, según datos proporcionados por la consultora privada Agrometrix, empresa sanjuanina que provee datos meteorológicos a numerosas empresas agrícolas sanjuaninas y también presta servicios al gobierno local. Allí han relevado los datos de fincas ubicadas en Sarmiento, Pocito y Caucete, las tres principales zonas agrícolas de San Juan. ""En base a los promedios acumulados, hay menos horas de frío que el año pasado, pero a lo mejor viene más frío hasta agosto", dijo Ramiro De Diego, uno de los socios de Agrometrix. Con lo acumulado hasta el momento al campo todavía le falta sumar al menos 66 horas más para alcanzar la marca ideal que requieren los principales cultivos, aunque otros tienen mayores requerimientos. En abril y mayo, la demora en llegar del frío retrasó la poda de parrales en varias zonas productivas. Hacia fines de mayo y en lo que va de junio empezó a mejorar.

Según explican siempre en el INTA, hacen falta entre 500 a 600 horas de frío para las plantas de almendro, al igual que en la vid que, según las variedades, puede llegar a demandar hasta 800 horas de frío. Este último es el principal cultivo de la provincia, ya que se estima que hay unas 50.000 hectáreas, casi la mitad del total. En el caso del pistacho, que viene creciendo con fuerza en departamentos como 25 de Mayo y Sarmiento, es el que esta más rezagado, ya que demanda entre 900 a 1.000 horas de frío. El especialista del INTA Rodrigo Espindola dijo que los viñedos normalmente tienen bajos requerimiento de horas frío, con temperaturas por debajo de 7 ´C y por encima de 0 ´C. Pero cuando bajan de 0 ´C, por un período sostenido, hay una pérdida de las horas frío acumuladas.

Entre los productores, los más intranquilos obviamente son aquellos cuyos cultivos requieren acumular periodos gélidos más prolongados. "Sí, nos preocupa", dijo Alejandro Finkel, a cargo de un predio de nogales en Zonda. Agregó que esperan que el frío sea suficiente, pero que además tienen pronósticos de bajas temperaturas tardías (cuando está la brotación), lo cual resulta también tan complicado como no acumular suficientes horas frío. En cambio a los viñateros les preocupa más la falta de agua este año. Desde la Asociación Independiente, como de la Mesa Vitícola, explicaron que con otra semana más como esta se alcanzarán las horas necesarias. Para ese sector, la preocupación está centrada en el agua y si nieva o no, dijeron Juan José Ramos y Pablo Martín. Osvaldo Recio, de la Sociedad de Chacareros, dijo que a algunos les favorece porque alargan los días de producción las chacras tardías, pero perjudica a lo cultivos de chacras tempranas.

Estación meteorológica en una finca local, que transmite datos vía internet al productor.

 

Cuál es la importancia

 

Qué son

Las "horas frío" (HF) se refiere a la cantidad de tiempo (horas) en que la planta ha estado por debajo de una temperatura de 7 ´C. Las horas o unidades frío (UF) representan una hora de exposición a temperaturas adecuadas para que la planta salga del estado de dormancia.

 

Sin crecimiento

La "dormancia" o "latencia" es un periodo de reposo que comienza cuando los frutales de hoja caduca tiran sus hojas como una estrategia de sobrevivencia a las condiciones adversas del clima (temperaturas del invierno). Este periodo se caracteriza por la supresión temporal del crecimiento.

 

Consecuencias

Si la acumulación de horas frío no se satisface, se presentan diversos desórdenes fisiológicos que pueden afectar el crecimiento de brotes, la floración y fructificación de la planta. Veranos muy cálidos retrasan el reposo, las hojas caen más tarde, y requieren acumular más horas frío.