Un terreno de 4.792 m2 que supo albergar antiguamente a la vieja aceitera Agros, en la esquina de Hermógenes Ruiz e Ignacio de la Roza, tuvo un giro inesperado con el correr de los años y de la mano de una inversión inmobiliaria privada se ha convertido en un complejo habitacional con un agregado que le ha dado un gran atractivo: tiene un nuevo centro comercial que aspira a convertirse en un nuevo polo de atracción en esa zona residencial de la provincia, en el Barrio Del Bono, uno de los más tradicionales de la provincia.
El paseo tiene nada menos que 28 locales, con una plaza central abierta al público y a la que se le agregaron detalles de diseño con una fuente de agua, canteros y pérgolas que invitan al descanso y esparcimiento. Además cuenta con un pequeño estacionamiento. El “Paseo comercial de San Ignacio” está enclavado en el complejo habitacional Patio de San Ignacio que consta además de dos torres, con 77 departamentos y 79 cocheras cubiertas subterráneas. Todo el complejo quedó inaugurado ayer.
Está en un lugar clave de la ciudad, enfrente del club polideportivo Ausonia, y a una cuadra del shopping Alto del Bono y del hotel 5 estrellas de San Juan. La zona, originalmente residencial, se ha ido transformando en un nuevo polo comercial y de esparcimiento con la instalación de boutiques, bares y restaurantes. “Por ello le estamos dando bastante importancia a ese patio central, con la iluminación, con los canteros y la fuente. Al principio pensamos que iba ser un sector de comercio de paso, para esa barriada que vive allá. Pero resulta que ahora los locales se están alquilando para tiendas de marca, una heladería famosa, una tienda de camperas reconocida. Entonces el lugar se transformó de algo sencillo a otro nivel, con otra expectativa”, explicó el ingeniero Sabino Pignatari, dueño de la constructora del mismo nombre que edificó el complejo habitacional y comercial que se resolvió en cuatro niveles más un subsuelo, luego de descartar la construcción de 3 torres y con más pisos, que se había previsto inicialmente.
Los salones comerciales en planta baja contienen toilette y office, más carpintería de seguridad; y están ubicados en dos sectores, bajo dos amplias galerías techadas vinculadas que permitirán que los visitantes puedan recorrer todo el complejo. Al fondo de la galería y la plaza, hay un aporte cultural ya que el artista Hugo Vincio Rosselot realizó cuatro grandes murales que rememoran la llegada de los jesuitas a América: “A la izquierda, en fondo negro, el hombre antes de la llegada de los evangelizadores; y a la derecha, en tonos ocre, la conexión de las culturas”, explicó Vincio.
En cuanto a la parte comercial, César Paez (de Paez García Consultora y Negocios, la firma encargada de los alquileres), dijo que “queremos que los rubros sean variados, por ello estamos seleccionando los clientes”. Según lo anticipado, los rubros serán de gastronomía, indumentaria y calzado, accesorios de mujer y decoración y regalería. También habrá una librería y una óptica, un drugstore y negocios de telefonía y artesanías. No faltará un local de regionales y una vinoteca, además de una peluquería.

