Buenos Aires, 14 de septiembre.-Desde el corazón de Wall Street, donde pronunció un discurso en el aniversario de la dramática caída del banco inversor que precipitó la crisis financiera, el presidente de Estados Unidos dijo que “Wall Street no puede volver a tomar riesgos sin tener en cuenta las consecuencias”.

Buenos Aires, 14 de septiembre.-Obama, afirmó que el país está empezando a salir de lo peor de la crisis y que se reduce la necesidad de que el gobierno acuda en rescate del sistema financiero, pese a lo cual subrayó la urgencia de regular los mercados para evitar una nueva debacle económica, informó la agencia DPA.

"Aunque sigue siendo necesario que el gobierno se involucre para estabilizar el sistema financiero, esta necesidad está menguando (…) podemos estar seguros de que las tormentas de los dos últimos años están empezando a despejarse", aseguró Obama.

"Pese a que la recuperación total del sistema financiero tomará bastante más tiempo y trabajo, la creciente estabilidad resultante de las intervenciones (gubernamentales) significa que estamos empezando a retornar a la normalidad", aseveró en el corazón de Wall Street.

Sin embargo, puntualizó el mandatario, "la normalidad no puede llevar a la complacencia" y criticó a aquellos en la industria financiera que están "malinterpretando el momento" al "elegir ignorar" las "lecciones" de la crisis y de la quiebra de Lehman Brothers, sostuvo.

En este sentido, Obama advirtió de que no permitirá una vuelta a las antiguas prácticas de riesgo que provocaron la crisis y volvió a insistir en la necesidad de una mayor regulación e indicó que ha "urgido" a los líderes del Congreso para que este mismo año sea aprobada una reforma regulatoria.

"No vamos a volver a los días de comportamiento imprudente y excesos sin restricciones que estuvieron en el núcleo de esta crisis (…) Wall Street no puede volver a tomar riesgos sin tener en cuenta las consecuencias y esperar que la próxima vez los contribuyentes norteamericanos estén allí para frenar su caída", advirtió.

Las reformas que persigue, aseguró, se basan en un "principio simple": la creación de "reglas claras que promuevan la transparencia y la responsabilidad".