Al inicio de la cosecha, los viñateros sanjuaninos contaban con que la merma en la producción hiciera subir los precios de la uva. Si bien eso se produjo en la primeras semanas de comercialización, con valores que llegaron a 100 pesos por el kilo de uva cereza, 120 por blancas y 140 por uvas tintas, en el casi cierre de la cosecha no hubo una remontada. A ello, según los productores, se agrega que el mecanismo de pago en cuatro cuotas mensuales a partir de mayo los llevará a perder fondos por el avance de la inflación, que acumuló 13,1 por ciento en el primer bimestre del año. La única esperanza que tienen es que el anuncio que hizo el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, por el dólar vino, que implica un valor diferencial del dólar para la exportación, movilice el sector y derrame hasta el último eslabón, los viñateros. No obstante, dicha medida se aplicaría el 1 de abril, por lo que se desconoce su impacto, ya que se espera que, a diferencia de otros años, la cosecha termine a fines de este mes.
En el inicio de la temporada, por la crisis hídrica y los efectos del granizo, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) previó que la cosecha en San Juan iba a contar con 400 millones de kilos de uva, lo que representa una caída del 14 por ciento con respecto a 2022. Según el registro oficial, hasta el domingo pasado, cuando cerró la semana 15, en la provincia se había levantado poco más de 260 millones de kilos, esto es, el 64 por ciento de lo estimado. Así, Pablo Martín, presidente de la Mesa Vitícola, como Juan José Ramos, de la Asociación de Viñateros Independientes, coincidieron en que la semana que viene se llegará a cerca del 90, por lo que, a fines de mes, se completará la tarea bajo los parrales. La situación no es menor, dado que, históricamente, la cosecha finalizó en la segunda quincena de abril. La diferencia se da porque "hay muy poca producción", dijo Martín. En ese marco, ambos referentes reafirmaron lo que habían indicado los viñateros al conocer la estimación del INV: que la caída en la producción será mucho más alta que el 14 por ciento.
Con esos valores, los productores estimaban una suba del precio de la uva, más si se está acercando el cierre de la cosecha. En ese marco, el titular de la mesa Vitícola dijo que los montos actuales "no son los mejores, no es lo que estábamos esperando". Así, recordó que "en enero se acordó con las cámaras de Mendoza y San Juan un precio base (115 pesos) y, lamentablemente, no ha llegado. Lo peor es que, además de no haber llegado, vamos a cobrar en cuotas y la inflación nos va a diluir el valor que hay" porque "la uva se empieza a cobrar de mayo o junio en adelante" hasta septiembre, con un porcentaje de suba de precios estimado en 6 o 7 por ciento mensual. Por su parte, Ramos dijo que "pretendíamos 115 pesos por la uva común y, si bien se está comercializando a 100 y no estamos tan lejos, lo que nos perjudica es el mecanismo de pago" porque, según explicó, además de las cuotas, "hay algunas bodegas que han dado precios y pagos tentativos, lo cual no es bueno".
Martín analizó que "hay un limitante para poder exportar por el tipo de cambio y el mercado interno está muy planchado debido a la crisis económica. Según los bodegueros fraccionadores, las ventas en el mercado interno cayeron una barbaridad y hay muy poca producción". Sobre el dólar vino, dijo que "veremos qué es lo que se concreta. Ojalá no sea un anuncio que quede en la nada".