La decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de disponer la renovación obligatoria de los controladores fiscales antiguos por otros de nueva tecnología de acuerdo a un cronograma que empieza el próximo 1 de abril, es decir dentro de 10 días, tiene muy preocupados a los comerciantes sanjuaninos, por dos razones. La primera es la escasez de equipos, muy difíciles de conseguir en el mercado porque son muy pocas las marcas homologadas. Y la segunda y no menos importante es que en la actual coyuntura económica, con una fuerte caída de ventas que no repuntan, dicen que no están en condiciones de distraer recursos, cuando el costo de cada unidad ronda los 75.000 pesos.
En las dificultades coinciden tanto desde la rama comercial de la Federación Económica, como en la Cámara de Comercio de San Juan. En la primera, Dino Minnozzi, presidente de la entidad, dijo que "se suma un problema más a los que ya tiene el sector", de acuerdo a lo que le habían comentado los comerciantes. Desde la segunda, el vicepresidente, Leonardo Borgogno, sostuvo que "venimos golpeados por las bajas ventas, de modo que distraer recursos para esto no se puede".
Incluso desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) han solicitado que se extienda el plazo para la renovación, por la caída en la actividad durante el 2020 (ver aparte).
El problema es más preocupante en los negocios más chicos, porque las grandes cadenas comerciales ya tienen sus sistemas ajustados a las exigencias del organismo recaudador.
Sucede que las sanciones por emitir comprobantes que no cumplan con la reglamentación de la AFIP en materia de facturación son de multas y hasta de clausura de los locales.
La AFIP estableció por resolución que el cambio obligatorio de los equipos clasificados como de "vieja tecnología" debe realizarse a partir del 1 de abril próximo, según un cronograma que toma en consideración la cantidad de equipos antiguos habilitados. Así, quienes tengan 11 o más deben cambiarlos entre el 1 de abril y el 31 de mayo; quienes tengan entre 2 y 10, del 1 de junio al 31 de julio; y quienes tengan uno, entre el 1 de agosto y el 30 de septiembre.
El organismo recaudador implementó el nuevo sistema para poner "online" toda la actividad de los comercios, grandes y pequeños, de modo de que la AFIP pudiera tener en tiempo real datos sobre los movimientos de fondos y la facturación. Esa política se completa con la aplicación del Libro IVA Digital, con la idea final de que en algún tiempo el contribuyente reciba directamente de la AFIP una liquidación mensual del IVA ya elaborada en vez de tener que presentar una declaración y pago.
Darío Minnozzi, titular del Centro Comercial, que funciona en el ámbito de la Federación Económica, reconoció que "cuesta mucho conseguir equipos, pero además no hay libertad para comprar el producto que uno quiera".
Desde el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, la entidad que nuclea a los contadores, Carlos Landa sostuvo que "continúan en uso controladores que no han sido reemplazados, lo que implica una erogación importante por parte de las empresas en este sentido, para cumplir con la normativa fiscal". Y agregó que "sin duda esto representa una preocupación para las empresas". Aclaró que "nuestros colegas son consultados permanentemente sobre esta problemática y la búsqueda de la solución que le permita cumplir con la normativa fiscal de la manera más económicamente viable".
- El planteo de la CAME
El pedido de la entidad apunta a que se postergue, por lo menos por un año, la obligatoriedad de renovación de los controladores. En el texto, dirigido a las autoridades de la AFIP, expresan que "motiva esta inquietud la angustiante situación que atraviesa este rubro en todo el país, gravemente afectado por la caída de la actividad que produjo la pandemia, acuciado asimismo por el incierto escenario en relación con una posible recuperación". Y agregan que "consideramos que la postergación de la modernización tecnológica de los sistemas de pago, contribuiría a aliviar la presión sobre los contribuyentes comerciales pyme, a partir de la exención de un nuevo requerimiento y del costo que esta actualización conlleva".