En su primera visita a San Juan como titular del radicalismo a nivel nacional, Mario Barletta, criticó al Gobierno nacional por la “falta de acceso a la educación de calidad para todos” y se mostró favor de la minería, pero con el control no sólo del Estado sino también de las universidades.

Junto al presidente saliente del radicalismo local, Salvador Mercado, y al entrante, Hugo Domínguez, desarrolló una intensa agenda en la que también estuvo el contacto con la dirigencia partidaria (ver aparte).

-¿Cómo llegó a presidir el radicalismo?

-Creo que el hecho de que los jóvenes radicales eligieran a sus autoridades por consenso fue una señal que nos dieron a los no tan jóvenes y la reunión del 16 de diciembre no fue sólo un acuerdo de sectores sino que también tuvieron un rol activo los intendentes. De ahí surgió la idea de buscar a alguien que pudiera representar un consenso, cosa que es muy difícil cuando una persona está fuertemente identificada con un sector.

-¿Qué le pasó al radicalismo en las últimas elecciones?

-Soy de los que piensan que los problemas no empezaron en las pasadas elecciones sino que el partido no estuvo a la altura de las circunstancias en los ‘90, luego logró una ingeniería electoral que le permitió ganar con la Alianza pero demostró no estar preparado para enfrentar una crisis. Lo que sí creo es que el radicalismo tiene que fortalecerse como organización política, lograr una mayor cohesión y ver que tenemos todas las condiciones en nuestra propia identidad para la construcción de un proyecto alternativo al del Gobierno.

-¿Qué cosas le faltan hacer al Gobierno?

-Por un lado, ocuparse de la educación y del trabajo. No hay acceso a la educación de calidad para todos, sólo hablamos de los docentes cuando hay paros o por la cuestión salarial. No hay un proyecto educativo nacional porque no se solucionan las cosas repartiendo netbooks o pegando ladrillos de las escuelas. El otro problema es que hay que recuperar la cultura del trabajo, y no estoy en contra de las ayudas sociales, pero en un país que vino creciendo los diez últimos años debería haber muchos menos planes y mucho más acceso a un trabajo digno.

-¿Cuál es su posición con respecto a la minería?

-La minería es compatible con todas las actividades productivas y cuando se hace uso de un recurso hay que tener un especial cuidado. Hay que tener en cuenta que el lugar en el que vivimos, las montañas, el mar, la tierra, la casa, no son nuestros, son algo que nos prestan las generaciones que vienen. Por eso es importante que en este país aprovechemos los recursos naturales para el desarrollo de las economías que generan trabajo, pero responsablemente, donde el Estado tiene que estar muy presente a la hora de establecer el acuerdo de a quién le da la concesión y luego durante la explotación. La minería es una posibilidad y hay que aprovecharla, como también hay que hacerlo con la pesca o el cultivo de la soja. Pero no sólo con el control del Estado sino también con participación de las universidades.

-¿Qué opina del surgimiento de esta nueva corriente kirchnerista?

-Que las otras fuerzas políticas hagan todo lo que tengan que hacer, demasiada tarea tenemos para que el radicalismo tenga lo que debe hacer para que nos sigamos fortaleciendo.

-¿Cuál es su mayor preocupación dentro del radicalismo?

-Debemos hacer una alianza con la gente, que las personas vuelvan a encontrar en el radicalismo la opción de gobierno que el país necesita.