El presidente de la Cámara de Perforistas de San Juan, compuesta por 12 empresas socias y más de 1.000 trabajadores, habló sobre los resultados que tuvieron desde octubre a mayo, los meses de mayor exploración en la provincia. Las empresas atraviesan un ciclo positivo, con grandes proyectos avanzados y también notan interés de pequeñas exploraciones. Aun así, alertaron que podría retraerse el trabajo sin una definición pronto del RIGI, que se discute en el Senado.
-Terminaron los meses de trabajo más intensivos de perforación, durante primavera y verano. ¿Qué balance hacen desde la Cámara de Perforistas?
-El balance de lo que es la temporada 23-24 es que ha sido una de las campañas más positivas que ha tenido la exploración en los últimos cinco años. Esto porque los proyectos de cobre han estado invirtiendo muchísimo y licitaron muchísimos metros de perforación. Esto se tradujo en que se han abastecido a través de empresas de San Juan y de empresas de Mendoza e internacional.
-¿Esto cómo impactó en las empresas de la provincia?
-En términos generales se puede decir que hubo plena ocupación, aunque en realidad hablamos de un 80 a 90%, por las características de las máquinas. Hay muchos tipos de equipos para diversos objetivos. En minería lo que predomina es la diamantina, que extrae un testigo, un núcleo de piedra, que esto es lo que sirve para ver los recursos que tiene un proyecto.
-¿Cuál fue el impacto de la minería del cobre?
-Para darte un ejemplo, Los Azules hizo 67.000 metros de diamantina. Para ponerlo en perspectiva, antes del 2022, que fue el año donde Azules empezó a invertir fuerte, en toda la historia del proyecto creo que llegaban entre los 90 y 100.000 metros de exploración. La inversión que han hecho, que según lo que ellos exponen ha sido de más de 230 millones de dólares. Después tenemos los demás proyectos como Pachón, que es el que está en la etapa más avanzada, Josemaría, que ellos se definen como en una etapa de pre-construcción y Filo del Sol y Altar, que están en etapas de pre-factibilidad.
-Por afuera del cobre, ¿cómo se moviliza la exploración?
-Esta temporada se ve que van entrando otras empresas junior, que son las que se encargan de valorizar un proyecto para después venderlo. Digamos que la primera etapa viene con lo que nosotros llamamos junior de exploración. Son empresas que compran el proyecto o adquieren los derechos e invierten perforando. En los últimos cinco años se vio un crecimiento de este tipo, que vienen a San Juan y han empezado a explorar otros proyectos también, más chiquitos, que no son tan conocidos. Esto es algo muy positivo porque marca que se está invirtiendo nuevamente en exploración en la industria metalífera.
-¿Cómo impacta todo esto en el sector perforista?
-La empresa perforista no únicamente se dedica a minería, pero la minería es la industria que más fuerte desarrolla perforaciones a nivel mundial. Entonces, cuando tenemos estas necesidades de licitar muchos metros, de que se explore mucho, es muy positivo porque es un mercado muy cíclico. Entra en ciclos donde se reducen los presupuestos de exploración y uno tiene que adaptarse a otro tipo de perforaciones, o la actividad se ve un poco como en recesión y tiene que ir a buscar trabajo a Salta o en la Patagonia. Cuando crece, como ahora que llegó tanta inversión, crecen los puestos de trabajo. En mi empresa, por ejemplo, crecimos desde 2022 hasta ahora de 20 ó 30 trabajadores a 80. En la cámara el número total de trabajadores registrados es de más de 1.100.
-¿Esta mano de obra es calificada?
-Es mano de obra intensiva la que tiene el rubro, así que se toma muchísima gente. Esto obviamente trae desarrollo económico por el compre local o por las mismas obligaciones que por ahí imponen las operadoras, que son las empresas que manejan los proyectos. Por ejemplo, uno tiene que tener un impacto positivo en las comunidades de los proyectos. Incluso algo que tiene la minería hoy en día es que busca calificar esa mano de obra. Se realizan cursos de ayudante perforista, se los capacita constantemente lo que es las buenas prácticas en materia de seguridad, se hacen cursos de manejo defensivo, entre otros.
-¿Cuáles son las perspectivas que tienen para los próximos meses y la próxima temporada?
-Las perspectivas no son muy buenas en el sentido de que va a haber una contracción en la cantidad de metros disponibles a licitar. Esto viene dado de dos factores: uno es que ya varios proyectos han alcanzado las etapas de factibilidad o están alcanzando los objetivos, y por ende es natural que salgan a disminuir la cantidad de metros a hacer en la temporada, que eso se traduce directamente en menos máquinas. Y el segundo factor que nosotros vemos es toda la discusión que está dando el marco de la Ley Base sobre el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, donde vemos que las empresas están un poco expectantes a ver si sale o no.
-¿Hay una posición de la Cámara respecto al RIGI?
-Sí, entendemos que la seguridad jurídica impositiva que establece la ley es algo que necesitan las mineras y los inversores para poder venir al país. Sabemos que somos uno de los países con la carga impositiva más alta a nivel mundial, y entendemos que competimos con otros países en quién va a recibir las inversiones mineras. Por ese lado, estamos a favor de la ley. Pero por otro lado, dentro de esta ley también se deberían enmarcar sistemas de desarrollo proveedores o también beneficios para las pymes locales. Nuestra posición en ese sentido es que debe salir la ley de grandes inversiones, pero no se debe desatender este otro tema, ya sea en esa misma ley, en otra posterior o en la reglamentación.