La premisa está: el mundo necesita cobre más que nunca, y San Juan lo tiene. Los cinco proyectos locales, algunos tan avanzados como Josemaría o Los Azules, figuran como los más relevantes en los ranking mundiales. Con la fiebre del oro ya en sus postrimerías, salvo por la extensión de la vida útil de Veladero y los promisorios Carbonatos Profundos de Gualcamayo, las reservas sanjuaninas de cobre hacen relamer a la industria internacional de la reconversión energética, una tendencia que ya es imposición, tanto por necesidad como por conveniencia. Ahora, en este marco, ¿qué sucederá con las inversiones? Las mineras y sus accionistas siguen con atención las discusiones legislativas por el RIGI. Mientras, por la tangente comienzan a fluir los dólares. Las exploradoras junior comienzan a hacer camino en la cordillera sanjuanina y los gigantes más afianzados baten récords de perforaciones. El mundillo de las inversiones se mueve, pero lento, de costado, esperando que se abra la gran puerta de la macroeconomía. Hay expectativa, pero también hay reparos. El sector se repite la misma pregunta como una letanía, ¿es 2024 la bisagra que tanto esperan para que la megaminería del cobre despegue definitivamente?

Probablemente la respuesta no esté en lo inmediato, o lleve incluso algunos meses. Pero lo que sí hay son señales. Fuertes. Hoy comienza en Expo San Juan Minera, la vidriera más grande de la provincia en esta industria, y una de las más importantes de Sudamérica. La minería local estará ahí, a la vista, a cielo abierto, lista para tentar a empresarios del mundo. Durante tres días, por estas tierras desfilarán desde el secretario de Minería de la Nación hasta los gobernadores de cinco provincias incluida la anfitriona; desde Embajadores de 6 países y delegaciones de otros 4, hasta entidades comerciales binacionales. Quienes juegan en el mundo de las condiciones para generar inversiones estarán acá. Líderes a mano, más de 2.000 reuniones de negocios, una exposición para mostrar este mundo de forma didáctica a la gente, una actualización de los avances científicos y tecnológicos en la industria. Con todo ese abanico desplegado, no estará aún cerrada la certeza de que la minería sanjuanina está sobre la bisagra para su nuevo despertar; pero sí servirá para apoyar la mano sobre el picaporte.