El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, se reunió en Montevideo con el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, para analizar la posibilidad de importar gas desde Vaca Muerta. Durante el encuentro, resurgió la idea de construir un gasoducto que conecte a ambos países, un proyecto que había quedado relegado en los últimos años.
Desde sus inicios, Vaca Muerta se ha posicionado como una de las reservas de gas natural más importantes del mundo. Este recurso, localizado en la cuenca neuquina, representa una oportunidad para Uruguay, que aún enfrenta altos costos en el acceso a la energía. A pesar de los beneficios potenciales, la construcción de un gasoducto que una ambas naciones no ha avanzado significativamente.
En Uruguay, muchas familias todavía recurren a métodos tradicionales como la leña para calefaccionarse debido a los elevados costos del gas. Paralelamente, el gobierno destina anualmente 50 millones de dólares en subsidios relacionados al gas, lo que impacta en su competitividad industrial y en el costo de vida de la población.
A lo largo de los años, Uruguay ha apostado por una transformación energética basada en fuentes renovables, alcanzando un 99,1% de generación eléctrica sostenible en 2024. Sin embargo, este logro no ha sido suficiente para cubrir todas sus necesidades energéticas, especialmente en lo que respecta al gas, un recurso clave para la industria y el consumo domiciliario.
>Integración energética
La reunión entre Orsi y Figueroa fue descrita como un paso significativo hacia una mayor integración energética regional. Según el gobernador neuquino, “hoy los ductos están utilizados en menos del 15%, y Uruguay tiene interés en que el gasoducto que conecta con Brasil pase también por su territorio”.
El proyecto de importar gas desde Vaca Muerta no solo permitiría a Uruguay reducir costos, sino también mejorar su competitividad en los mercados internacionales. En este sentido, Orsi destacó que la cooperación energética entre ambos países podría marcar un antes y un después en las relaciones bilaterales.
La construcción de un gasoducto representa un desafío técnico y financiero, pero también una oportunidad estratégica para ambos países. Por un lado, Neuquén busca expandir el mercado de su principal recurso energético; por otro, Uruguay podría aliviar su dependencia de los subsidios y diversificar su matriz energética.
El compromiso del nuevo gobierno uruguayo con la integración energética quedó claro durante el encuentro. Orsi manifestó su interés en convertir a Uruguay en un actor clave en la distribución de energía en el Cono Sur, aprovechando los recursos de Vaca Muerta.
Con estas perspectivas, la reunión marcó el inicio de un posible nuevo capítulo en las relaciones bilaterales entre Argentina y Uruguay. Ambos gobiernos esperan que los próximos meses sean clave para avanzar en las negociaciones y definir el futuro del proyecto.
Por Infoenergía