La mayoría de las personas acaban perdiendo el interés por un trozo de granito aburrido. Por eso circula por internet la teoría de que si adoptas las cualidades de una piedra, volviéndote indiferente y anodino, repelerás a las personas conflictivas y hostiles de tu vida, aquellos que parecen tener un gusto por las discusiones.
Se trata del método de “la piedra gris”, que en la última década se extendió por las redes sociales, incluso entre los influencers de TikTok, quienes comparten estrategias para canalizar tu piedra interior. Esta teoría apareció en un episodio reciente del programa de telerrealidad Vanderpump Rules, cuando un miembro del reparto, Ariana Madix, dijo que utilizarla le había ayudado a evitar interacciones tóxicas con su exnovio, Tom Sandoval, quien le había sido infiel.
Según Ramani Durvasula, psicóloga clínica y autora de “It”s Not You: identifying and Healing From Narcissistic People”, el objetivo de la técnica es desvincularse sin cortar el contacto. Las personas que practican el método de la piedra gris permanecen neutrales, mantienen sus interacciones en orden y evitan compartir información que podría volverse en su contra, añadió. Pero aunque algunos psicólogos dicen que el método es útil en determinadas circunstancias, no siempre es la solución adecuada.
Cómo funciona
No existe un conjunto oficial de reglas para el método de la piedra gris. No se estudió ni se deriva de una práctica psicológica basada en evidencia, aunque en general puede considerarse una forma de distanciamiento emocional, dijo Durvasula.
Las personas conflictivas suelen buscar pelea, añadió, y la técnica de la piedra gris puede ser una forma de mantener la paz y evitar “meterse en el barro con ellos”.
Resulta especialmente eficaz en la comunicación escrita, como los mensajes de texto, para evitar mensajes largos y sinuosos. La estrategia también puede ser útil en el trabajo, donde a menudo se valora la comunicación concisa.
Existen muchas variantes de esta técnica. Una coach de comunicación en TikTok mostró varias formas de evitar ser “demasiado frío o incómodo” al utilizarla, un proceso que ella llama “una suave piedra gris”. Por ejemplo, si alguien te pregunta cómo va la búsqueda de empleo, en lugar de explicar lo difícil que fue puedes hablar de los distintos eventos de networking a los que asististe.
A veces, a pesar de tus mejores esfuerzos, las conversaciones pueden volverse acaloradas. Si la persona con la que estás interactuando sigue siendo irrespetuosa, deshonesta o manipuladora, quizá sea mejor que rompas el contacto, sostuvo Durvasula. Pero no todo el mundo puede hacerlo inmediatamente, sobre todo si la relación afecta a un familiar cercano o al cónyuge.
> “Piedra amarilla”
Tina Swithin, fundadora de “One Mom”s Battle”, sitio web y comunidad en línea para personas que se están divorciando de alguien con tendencias narcisistas, recomienda la técnica de la “piedra amarilla”, sobre todo en la crianza compartida.
A diferencia de la piedra gris, que es “fría y un poco distante”, la piedra amarilla “tiene un aire de amabilidad”, escribió en su guía para padres que navegan por el sistema de tribunales de familia.
Según Swithin, una persona que utiliza la técnica de la piedra amarilla puede decir: “Aunque no estoy de acuerdo contigo, tienes todo el derecho a sentirte como te sientes”. O: “Espero que ambos podamos tomarnos un tiempo para reorganizarnos, ya que no estamos yendo en una dirección positiva o productiva. Volvamos a considerarlo la próxima semana”.
> El origen
Aunque Durvasula asesora a sus clientes en su consulta privada sobre la mejor manera de utilizar la técnica de la piedra gris, e incluso ha regalado pequeñas piedras durante su firma de libros, no aprendió el método en la escuela. Más bien, parece que el método de la piedra gris se creó fuera del ámbito de la psicología. Según recuerda, Durvasula se topó con la terminología en internet hace más de una década.
Una de las primeras referencias aparece en el sitio web Love Fraud, dirigido por Donna Andersen. Ella afirmó que creó Love Fraud en 2005 para advertir a otros sobre los estafadores y psicópatas, después de exponer que su entonces esposo le había robado un cuarto de millón de dólares y tenía numerosas aventuras.
En 2012, un miembro de su comunidad en línea, quien prefirió permanecer en el anonimato, escribió un ensayo titulado “El método de la piedra gris para tratar con psicópatas”. Si romper el contacto es imposible, aconsejaba el ensayo, una estrategia de escape es dar respuestas aburridas y monótonas durante una conversación.
“Los psicópatas son adictos al drama y no soportan aburrirse”, continuaba el escritor.
> Tips para utilizarlo
Lara Fielding, psicóloga conductista de St. Helena, California, y autora de Mastering Adulthood, advirtió contra el uso del método de la piedra gris durante largos períodos de tiempo.
“Yo lo llamaría una técnica de tolerancia a la angustia”, dijo, que es mejor reservar para cuando estás atravesando una crisis. A veces, añadió, “haces lo necesario para no empeorar la situación”.
Pero, con el tiempo, la piedra gris puede resultar ineficaz consideró “porque te estás aislando de tus sentimientos auténticos, negando esencialmente tus propias necesidades”.
Si decides hacerlo, hazte tres preguntas. En primer lugar, ¿es eficaz? Segunda, ¿cuánto tiempo puedo hacerlo antes de que me perjudique? Y tercero, ¿estoy trabajando para resolver el problema si tengo que hacer esto muy a menudo?
En algunos casos, la persona a la que trates con el método de la piedra gris puede enojarse porque no le hablas como lo harías normalmente, lo que aumenta la tensión, admitió Durvasula.
Si quieres mantener esa relación, el método VAR (por su sigla en inglés para las palabras Validar, Reafirmar, Reforzar) puede ayudarte a establecer límites y a suavizar la tensión.
Fielding ofrece estos ejemplos:
* Validar: “Veo que esto te está molestando”.
* Reafirmar: “Al mismo tiempo, esta discusión me está estresando un poco. Así que, ¿podríamos hacer una pausa y volver a hablar de esto después?”.
* Reforzar: “Si podemos hacer una pequeña pausa o si puedes bajar un poco la voz, podré escucharte mejor”.
Por Christina Caron
The New York Times