El nuevo Gobierno de Argentina y los temores sobre el suministro de petróleo de Medio Oriente y otros lugares están impulsando un auge de perforación y producción en el sur patagónico, hogar de la gigantesca formación de Vaca Muerta.

La producción de petróleo y gas no convencional está aumentando en este paisaje llano y árido. Se están perforando pozos de “fracking” a un ritmo récord, se están construyendo gasoductos para llevar el gas hasta Buenos Aires y eventualmente más allá una vez que las plantas de gas natural licuado (GNL) entren en funcionamiento.

“Acá se construye el futuro de nuestra energía”, proclama un enorme cartel azul del gigante energético estatal YPF en las afueras de la ciudad de Añelo, donde se están construyendo rápidamente nuevas viviendas porque la población aumentó un 10% en el último año.

Exportar petróleo y gas para atraer divisas
El Gobierno del economista Javier Milei está impulsando las exportaciones de petróleo y gas para atraer las divisas necesarias con el fin de acumular reservas y también está implementando incentivos para las grandes inversiones.

Vaca Muerta, que ocupa un área del tamaño de Bélgica, posee la segunda mayor reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo no convencionales. Aunque todavía falta para que se convierta en una potencia mundial, es muy prometedora.

Los inversores están más que dispuestos a dar la bienvenida a una nueva y estable fuente de petróleo y de GNL en un momento de creciente conflicto en Medio Oriente, gran proveedor de petróleo, la guerra de Rusia, gigante del gas, en Ucrania y con Venezuela que sigue siendo un paria.

Un jugador energético mundial para 2030
Vaca Muerta tiene el potencial de ser una joya de la corona para Argentina, que ha luchado contra extensas crisis económicas, con escasas reservas de divisas, inflación de tres dígitos y cambios políticos vertiginosos entre izquierda y derecha.

Algunas de esas preocupaciones persisten, pero el presidente, Javier Milei ha cambiado el humor de los inversores implementando políticas destinadas a impulsar el sector privado y medidas de austeridad para estabilizar la economía, incluso cuando la pobreza ha aumentado.

“El aumento de la producción de los últimos años fue clave para sustituir importaciones y generar un gran ahorro fiscal y de divisas’, sostuvo Horacio Turri, director ejecutivo de Exploración y Producción de la firma Pampa Energía.

“El desafío para los próximos años es dar el salto exportador y las empresas estamos trabajando para eso”, agregó para detallar que Pampa pasó de producir 7 millones de m3 por día de gas en 2020 a 17 millones este invierno y planea multiplicar por 10 la producción de petróleo gracias a una inversión de 1.200 millones de dólares en el yacimiento Rincón de Aranda.

Un plan de incentivos a la inversión está otorgando a grandes proyectos en áreas como energía y minería exenciones fiscales y un mejor acceso a mercados de divisas, en el marco del “cepo” (control de capitales), estimulando la inversión.

La logística como un gran obstáculo
El principal obstáculo sigue siendo conseguir la logística adecuada. Argentina todavía carece de capacidad de exportación de GNL, que tardará años en desarrollarse por completo. Todavía es necesario fuertes inversiones en carreteras, escuelas y viviendas en lugares como Añelo.

Sureda dijo que el nuevo desarrollo petrolero superaría al gas en los próximos años porque el petróleo es más fácil de enviar a los mercados globales, a pesar de los cuellos de botella en los oleoductos. El gas enfrenta un desafío más complicado: la falta de plantas para convertirlo en GNL para exportación.

“Vaca Muerta puede dar 2 millones de barriles por día sin ningún problema”, señaló Sureda, desde los actuales 400.000 barriles por día.

“Pero para eso hacen falta otras cosas. No solo más infraestructura para llevar el petróleo a los puertos, sino que hace falta incorporar una gran cantidad de gente a la masa laboral, más equipos”.

El sueño argentino
Cada vez más personas están empezando a creer en el sueño de que Argentina pueda convertirse en un importante actor energético global. El número de pozos para extraer petróleo y gas de esquisto ha aumentado este año. La inversión ha aumentado. La producción está alcanzando récords.

“Argentina, si todo sale bien, a partir del 2030 podría ser un jugador mundial”, dijo Daniel Dreizzen, director de Aleph y exsecretario de planificación energética.

Un foco clave para las empresas de energía es la capacidad de Argentina para construir sus ductos y terminales de exportación de gas. Un importante acuerdo sobre una terminal de GNL entre YPF y la malaya Petronas está tambaleándose, dijeron expertos de la industria, subrayando el desafío. Incluso si sigue adelante, se necesitarían años y miles de millones de dólares.

“El petróleo es muy rentable, pero el gas necesita más infraestructura”, dijo Dreizzen, quien estima que las inversiones anuales en el sector podrían casi duplicarse a unos 23.000 millones de dólares por año en los próximos ocho años.

“Tenés que construir gasoductos, licuar el gas, transportarlo, competir con Estados Unidos, es un proyecto de largo plazo”, agregó.

> Añelo, la aldea que se transformo en ciudad
En ciudades petroleras como Añelo el rápido aumento de la actividad es claro: hace sólo unas décadas era una aldea tranquila con un puñado de casas. Ahora tiene hoteles, restaurantes e incluso un casino para los trabajadores del sector energético que acuden allí en masa.

El Gobierno de Añelo dijo que sumó 1.000 residentes en el último año. Esto ha puesto a prueba la infraestructura local, un desafío más amplio para el crecimiento.

Miles de ejecutivos petroleros se encuentran ahora en Neuquén para una importante cumbre energética que comenzó ayer, con un debate sobre la mesa de infraestructura, planes de exportación de GNL y acuerdos energéticos. Los hoteles dentro y alrededor de la capital, Neuquén, están reservados.

“El crecimiento es tan vertiginoso que la infraestructura no puede estar a la altura de la velocidad”, afirmó José Luis Sureda, exsecretario de Hidrocarburos de Argentina.

Por Alexander Villegas y Eliana Raszewski
Agencia Reuters