Teresa Ribera tendrá que entenderse con las grandes empresas tecnológicas, los bancos y las aerolíneas si es confirmada como nueva responsable europea en materia antimonopolio, al tiempo que hace malabarismos para conseguir normas menos estrictas que ayuden a la formación de empresas competitivas en la UE.

Nominada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para el puesto antimonopolio de alto perfil el martes, Ribera ha sido ministra española para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desde 2018. La socialista, de 55 años, una de las políticas más ambiciosas de Europa en materia de cambio climático, tendrá que obtener la aprobación del Parlamento Europeo antes de asumir su cargo.

Como comisaria de competencia, podrá aprobar o vetar fusiones de miles de millones de euros o imponer fuertes multas a las empresas que traten de reforzar su poder de mercado estrangulando a competidores más pequeños o asociándose ilegalmente para fijar precios. Uno de sus mayores retos será garantizar que Amazon, Apple, Google, de Alphabet, Microsoft y Meta cumplan las normas históricas destinadas a frenar su poder y dar más opciones a los consumidores.

Apple, Google y Meta están en el punto de mira de la jefa de antimonopolio saliente de la UE, Margrethe Vestager, por no cumplir la Ley de Mercados Digitales.

Inteligencia artificial

Otro reto será cómo hacer frente a la creciente popularidad de la inteligencia artificial en un entorno en el que preocupa que las grandes tecnológicas aprovechen su actual dominio. Ribera podría intensificar las medidas enérgicas contra las subvenciones estatales de fuera de la UE iniciadas por Vestager para impedir que empresas extranjeras adquieran empresas de la UE o participen en licitaciones públicas de la UE con ayudas estatales injustas.

Las recientes sentencias del más alto tribunal europeo, que respaldó la sanción tributaria de 13.000 millones de euros impuesta por la Comisión a Apple y la multa antimonopolio de 2.420 millones de euros contra Google, podrían animar a Ribera a adoptar una línea dura contra las infracciones de las normas antimonopolio.

Eso significaría que no tendría prisa por relajar las normas antimonopolio, a pesar del llamamiento de Mario Draghi a impulsar a la industria de la UE para que pueda competir con las empresas estadounidenses y chinas. Ribera también fue nombrada el martes vicepresidenta ejecutiva para una transición energética limpia, justa y competitiva, encargada de garantizar que Europa alcance sus objetivos ecológicos. Sus credenciales incluyen la negociación de acuerdos entre los países de la UE sobre los límites de emisiones de los camiones y una polémica actualización de las normas del mercado eléctrico de la UE el año pasado.

 

Por Foo Yun Chee 
Agencia Reuters