El investigador y director del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la privada Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo, dijo que estudios como el Índice del Planeta Feliz dan cuenta de un “clima distinto” en El Salvador.

La isla de Vanuatu, seguida de Suecia y El Salvador, encabeza el Índice del Planeta Feliz (HPI), cuya sexta edición, publicada recientemente, destaca que el consumo no va de la mano de un mayor nivel de satisfacción o calidad de vida.

De acuerdo con Picardo, “el salvadoreño es afable, digamos que por aspectos idiosincráticos y culturales enfrentan las condiciones adversas con optimismo”, pero señaló que “puede haber otras razones que habría que pensarlas o estudiarlas”.

“Yo creo que la gente está viviendo una época distinta. Venimos del conflicto armado, de terremotos, venimos de huracanes, venimos de corrupción, de impunidad y ahora se está viviendo un clima distinto y creo que se nota en este tipo de estudios”, sostuvo el investigador.

Añadió que considera que “hay una atmósfera distinta” y que en una encuestas del CEC, a pesar de que los salvadoreños señalan que su principal preocupación es la situación económica, “hay optimismo que van a estar mejor”.

Recordó que desde hace cuatro años el CEC ha realizado mediciones relacionadas con optimismo y que las más recientes indican que “en términos generales la gente está contenta, está feliz”.

Cuatro países de América Central (El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá) se encuentran entre los diez mejor posicionados, ya que los niveles de bienestar reportados por la población se sitúan entre 6,1 y 6,6, a lo que se suman esperanzas de vida de entre 70 y 77 años y huellas de carbono pequeñas de entre 2 y 5,2 toneladas.

“El salvadoreño es afable, digamos que por aspectos idiosincráticos y culturales enfrentan las condiciones adversas con optimismo”.

“Creo que hay una atmósfera distinta, o sea, más allá de diversos fenómenos comunicacionales que ha gestionado este Gobierno a través de su aparato de comunicaciones y propaganda, hay ciertas condiciones que han cambiado el país, está más seguro, no hay pandilleros afectando a los ciudadanos”, indicó.

El Salvador ha mantenido la baja en los homicidios iniciada en 2016, tras registrar en 2015 el año más violento de su historia reciente, y esta caída se acentuó con el Gobierno del presidente Nayib Bukele.

Una de las políticas más respaldadas y que le valió a Bukele la reelección, pese a que está prohibido por la Constitución, es el régimen de excepción, vigente desde marzo de 2022 y que ha dejado más 79.200 detenciones, también más de 6.000 denuncias de violaciones a derechos humanos.