Son lugares de valiosa variedad biológica, patrimonio arqueológico y de un gran atractivo paisajístico, por lo que merecieron ser considerados sitios protegidos para su preservación. Así se evitan los peligros de la degradación ambiental, para lo cual se dispone de instrumentos legales y técnicos. De 15 que eran las áreas de “reserva natural protegidas” en San Juan hasta hace pocos años, ahora ya son 19. Desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Gobierno Provincial, se precisa que para denominar así estas áreas, “hay determinados criterios técnicos que tienen que cumplirse, por ejemplo deben tener especies únicas o que estén restringidas a un espacio geográfico muy limitado”, según el licenciado en Biología, Ezequiel Salomón, director de Conservación de la citada Secretaría.

El funcionario señala también que estas superficies tan especiales “deben tener especies que estén amenazadas por alguna problemática de conservación y pueden estar representadas también por ecosistemas que sean relevantes para la gente, que sean ecosistemas que verdaderamente le brinden bienes y servicios a la comunidad”.

Un ejemplo muy representativo son las Reservas de San Guillermo, con sus humedales de altura que son ecosistemas muy productivos “que están cerca de las nacientes de nuestros ríos y que contribuyen a la limpieza y purificación del agua que consumimos”, asegura Salomón.

En ese marco, San Juan ya es una de las cinco provincias del país con mayor superficie como área natural protegida para trabajar en cuestiones de conservación y protección.

Por otro lado, en Valle Fértil, la provincia tiene bosques de quebracho “que son únicos aquí, con una densidad de vegetación y de fauna que incluye especies endémicas que estaban restringidas a ese lugar y es una de las cosas que se valoran y cuidan dentro del área protegida”.

Vigilancia y monitoreo

En cuanto al personal destinado a estas áreas naturales protegidas, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Dr. Federico Ríos Yáñez, afirma que “se encuentran profesionales abocados a trabajar en cuestiones de vigilancia y de monitoreo de los recursos naturales, existiendo áreas protegidas que brindan muchos servicios a la comunidad; áreas que tienen incorporada a la comunidad, como en la Ciénaga, en Pedernal, en Valle Fértil, donde el cuerpo de agentes de conservación que trabaja ahí tiene un rol clave para contribuir a la protección del lugar y al desarrollo de la comunidad”.

Por su parte, el director de Conservación, destaca también que hay proyectos comunitarios en algunas áreas que se articulan con otras direcciones de la Secretaría de Ambiente, como Bosque Nativo, y direcciones de otras reparticiones para poder trabajar en planes de desarrollo sustentable que permitan proteger los recursos naturales, generar trabajo y mitigar la pobreza”.

Patrimonio arqueológico

A su vez, no hay que olvidar, como muchas veces lo ha señalado DIARIO DE CUYO, que el preciado patrimonio arqueológico local proviene “de diferentes culturas de pueblos originarios, así como yacimientos paleontológicos de interés científico mundial que tanto por el espacio como por la distribución geográfica, abarcan gran parte de la biodiversidad de la región”.

Algunos ya han sido citados aquí, como la Reserva de la Biósfera “San Guillermo”, pero también otros sitios fundamentales son la Reserva Astronómica “El Leoncito”, Parque Provincial “Ischigualasto”, Reserva de Uso Múltiple “Valle Fértil”, Reserva de Uso Múltiple “Parque Sarmiento”, Embalse Dique de Ullum, Reserva de Uso Múltiple Privada “Don Carmelo”, Refugio Privado de Vida Silvestre “Los Morrillos”, Paisaje Protegido “Pedernal”, Parque Natural y Paisaje Protegido “Lomas de Las Tapias”, Área Natural “La Ciénaga”, Parque Natural y Paisaje Protegido “Médanos Grandes” y el Paisaje Protegido “Limo Arcilloso”.

A todos ellos hay que sumar áreas protegidas como el Monumento Natural “Alcázar” y el Sitio Ramsar “Lagunas de Guanacache”.

Finalmente, hay que subrayar que fue en el año 1971, cuando Ischigualasto y Valle Fértil, por su flora y fauna fueron los primeros sitios de San Juan en ser declarados como áreas protegidas. Mientras que el primero pasó a ser Parque Provincial, luego declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, el segundo se lo enmarcó como Reserva de Uso Múltiple.

Fuentes: Entrevista con Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable y el Director de Conservación de ese organismo; Ramsar, la Convención de los Humedales.