Hace pocos días visitando, por razones particulares, la ciudad de Córdoba tuve la grata sorpresa de observar, dispuestos en la florida cartelería de publicidad de la ciudad, cientos de anuncios referidos a la vacunación para adultos mayores, bajo el lema: “Vacunalos”, con el auspicio de la Municipalidad de la ciudad de la Docta. Sin lugar a dudas una inteligente forma de promocionar la vacunación en quienes padecen junto a los niños, la mayor prevalencia de enfermedades respiratorias estacionales (gripe, neumonía y covid) y que fundamentalmente por sus consecuencias cardiorrespiratorias ven reducidas las expectativas de vida. Y que además, pocas veces o en un número menor, concurren espontáneamente a los vacunatorios o no reciben la indicación médica de vacunarse por parte de los profesionales de la salud.

Las sociedades científicas nacionales S.A.C (Sociedad Argentina de Cardiología), F.A.C. (Federación Argentina de Cardiología) y A.A.M.R. (Asociación Argentina de Medicina Respiratoria), recomiendan enfáticamente la vacunación preventiva para las enfermedades estacionales respiratorias.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de morbimortalidad en los adultos mayores de 60 a 65 años. En el invierno los problemas cardiovasculares como el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular llegan a quintuplicar su incidencia de presentación en relación a los meses de verano. Así mismo las infecciones respiratorias en invierno tienen un importante impacto negativo sobre el corazón,  constituyendo un factor de riesgo adicional en las personas con cardiopatías previas conocidas o no. Es por supuesto con la vacunación específica para estas enfermedades estacionales, que se previenen dichos problemas de salud adicionales cardiorrespiratorios. Esta vacunación debe ser anual para el caso de la gripe y semestral para el covid según las últimas recomendaciones de los expertos y el Ministerio de Salud de La Nación.

Contra la gripe

La vacuna antigripal está indicada en toda persona mayor de 65 años independientemente de los factores de riesgo que padezca, y en los menores de 65 años cuando se encuentran asociados alguno/s de los siguientes factores: -Insuficiencia cardíaca Enfermedad coronaria aguda Diabetes Insuficiencia renal crónica obesidad mórbida Enfermedades respiratorias crónicas (EPOC – Asma). Enfermedades valvulares cardíacas Inmunodeprimidos, entre otras.

La vacunación antigripal, como se dijo previamente, es anual, debido a los cambios o mutaciones de las cepas de gripe prevalentes en el hemisferio, aplicándose en la actualidad vacunas tri o tetravalentes destinadas a cubrir diferentes cepas del virus. Las contraindicaciones son excepcionales y lo constituyen tener antecedentes de alergia severa al huevo o haber presentado manifestaciones neurológicas tipo Guillen Barré tras la aplicación previa de la vacuna en años previos. También es importante conocer que la inmunidad adquirida por la vacuna no es inmediata sino que en promedio el tiempo de inmunidad efectiva se inicia entre 15 y 30 días posteriores a la administración de la vacuna, siendo la duración de su efecto entre 6 y 12 meses. Los efectos adversos son poco frecuentes (15%) y generalmente son locales como rubor (enrojecimiento) y calor en la zona de aplicación de la vacuna y en muy raras ocasiones puede presentarse febrícula, y malestar general.

Otro de los mitos que muchas veces limita el uso por parte de la gente ya que refieren que en alguna oportunidad inmediatamente o a los pocos días de recibir la vacuna presentaron gripe. Lo real es que en ese caso el cuadro infeccioso tipo gripal se originó por la infección de otro virus respiratorio o el paciente se encontraba en el periodo “ventana” de inmunidad cuando aún el organismo no ha desarrollado las defensas (anticuerpos) específicas para el virus de la gripe. Finalmente hay que dejar aclarado que la vacuna antigripal puede aplicarse conjuntamente con cualquier otra vacuna simultáneamente.

> Contra el covid-19
Esta vacuna actualmente es de aplicación semestral en personas de “riesgo alto de covid-19 grave”: adultos mayores de 50 años, embarazadas y personas con inmuno compromiso a partir de los 6 meses de vida. Esta vacuna, actualmente bivalente destinada contra 2 cepas distintas del virus, al igual que la de la Gripe puede aplicarse simultáneamente con otras vacunas. Las personas con riesgo intermedio o bajo para covid-19 grave (menores de 50 años), tienen su protocolo específico de aplicación semestral y/o anual según especifica el Ministerio de Salud de la Nación. A la fecha y según el registro del Ministerio de salud de la Nación se han aplicado desde el comienzo de la pandemia en 2020: 118.145.381 dosis.

> Contra la neumonía
La vacuna antineumocóccica (anti neumonía por neumococos) tiene el potencial teórico de prevenir las infecciones producidas por las cepas de la bacteria neumococo, contenidas en ellas. Hay 2 vacunas: una 13 y otra de 23 serotipos diferentes de neumococos: Todo adulto mayor de 65 años, independientemente de los factores de riesgo presentes deben ser vacunados. En los menores de 65 años caben las mismas condiciones requeridas para la vacunación antigripal. El esquema de vacunación en personas mayores de 65 años que nunca recibieron la vacuna para neumonía es: 1 dosis de vacuna de 13 serotipos y al año 1 dosis de la vacuna de 23 serotipos. La necesidad de un refuerzo a los 5 años será indicado solamente por un profesional médico.

Desde el descubrimiento de Edward Jenner, en Mayo de 1796, de la vacuna contra la viruela, la ciencia e investigación médica ha avanzado a pasos agigantados y a través de las vacunas a eliminado o mitigado la presencia y el efecto de múltiples enfermedades que por cientos de años asolaron a la humanidad, tales como, la difteria, la fiebre amarilla, el tétanos, la rabia, la poliomielitis, el sarampión, la viruela, la rubéola, la tos ferina, las hepatitis, etc. 

Por el Dr. Armando Rosales
MP:1675
Fuentes: -Consenso SAC Inmunizaciones en pacientes con Cardiopatías. Ministerio de Salud de la Nación.