Hace apenas unos pocos días Mario Lugones juró como nuevo ministro de Salud del Gobierno Nacional, cargo que actualmente implica enfrentarse a una serie de desafíos urgentes y complejos que no han sido debidamente abordados en los últimos meses. La expectativa en torno a su gestión es alta, ya que deberá resolver temas de gran envergadura para mejorar la situación de un sector en crisis.
A pesar de contar con una trayectoria sólida en el ámbito sanitario, Lugones hereda un sistema de salud debilitado por la falta de participación estatal. En los 9 meses de gestión de Javier Milei, la ausencia de acciones concretas desde el Ministerio ha generado un vacío que deberá ser llenado con urgencia. En este sentido, poner en marcha planes de recuperación que garanticen el acceso a servicios básicos y el fortalecimiento de las estructuras sanitarias, será un reto clave e importante por atender.
Uno de los principales problemas que el nuevo ministro deberá afrontar es el alto costo de los medicamentos. Desde 2019, el gasto en fármacos ha crecido de manera alarmante, pasando de representar el 19% al 40% del total de los gastos en salud. Este aumento ha impactado negativamente en la disponibilidad de recursos para otros tratamientos y atención profesional. Además, la falta de acuerdos con la industria farmacéutica ha agravado la situación, ya que los precios continúan escalando sin una regulación efectiva.
Presupuesto para salud
Hasta ahora no hemos visto un presupuesto adecuado para el sector salud completamente definido, lo cual resulta sumamente preocupante y agudiza aún más la complicada situación de las obras sociales y medicinas prepagas. En este contexto, será necesario evaluar cuáles de estas instituciones son viables y qué tipo de subsidios requieren aquellas con ingresos más bajos para garantizar su funcionamiento. Es decir, hay que definir cuáles quedarán funcionando y con capacidad para dar respuestas con el cumplimiento del Plan Médico Obligatorio (PMO) que fija la normativa.
Otro aspecto fundamental es la creación y fortalecimiento de la Agencia de Evaluación de Tecnologías, encargada de analizar la viabilidad de incorporar nuevas tecnologías y medicamentos en el sistema de salud. Esta tarea es esencial para evitar la adopción de tratamientos costosos que el país no está en condiciones de financiar. Además, será crucial que se logre integrar de manera efectiva al sector público y privado bajo la supervisión del Ministerio de Salud para reducir el doble gasto y la duplicación de esfuerzos, algo que actualmente fragmenta el sistema sanitario.
Políticas de vacunación
Por otro lado, cabe resaltar que temas como el dengue, la implementación de políticas de vacunación efectivas y la coordinación con las provincias en materia de sanidad, son asuntos que de no ser tratados con la premura que requieren pueden intensificar aún más la crisis que atraviesa el sistema de salud.
La crisis del sistema de salud, tanto para los pacientes como para los profesionales, se agrava con cada uno de estos desafíos. Los costos elevados, la falta de recursos y la escasa coordinación entre los distintos actores han llevado a una situación insostenible. El nuevo ministro deberá actuar con rapidez y precisión para revertir esta tendencia y garantizar un sistema de salud que funcione adecuadamente para todos. Sin embargo, sin decisiones políticas claras y un respaldo financiero adecuado, la crisis podría seguir profundizándose.
Por Mario Koltan
Presidente de Boreal Salud.