En un mundo donde las redes sociales amplifican los ecos de la vanidad y la búsqueda constante de reconocimiento, surge una paradoja: la gente anhela la importancia más que la utilidad. ¿Cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué consecuencias tiene para nuestra sociedad?
El dilema de la relevancia en palabras del estadista británico Winston Churchill: “El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”. Esta sentencia, pronunciada hace décadas, sigue resonando con fuerza en nuestros días. Pero, ¿qué significa realmente?
Vivimos en una era donde la visibilidad se ha convertido en moneda de cambio. Las redes sociales nos ofrecen una plataforma para mostrar nuestras vidas, logros y opiniones al mundo. El deseo de ser importante, de ser visto y reconocido, nos impulsa a buscar likes, seguidores y comentarios.
La cultura del ego se ha infiltrado en todos los ámbitos. Desde el ámbito laboral hasta las relaciones interpersonales, buscamos destacar, ser el centro de atención. La utilidad, en cambio, queda relegada a un segundo plano. ¿Para qué ser útil si puedo ser importante?
La búsqueda desmedida de importancia a menudo nos lleva a construir una fachada. Nos mostramos como queremos que nos vean, no como somos realmente. La autenticidad, la verdadera utilidad, queda sepultada bajo capas de imagen cuidadosamente elaborada.
Importancia de reflexionar
Cuando todos buscan ser importantes, ¿quién se ocupa de las tareas esenciales? ¿Quién se preocupa por el bien común? La utilidad, la contribución real al mundo, se desdibuja. La sociedad necesita personas que sean útiles, no solo importantes.
El desafío está en equilibrar ambas dimensiones. No se trata de menospreciar la importancia personal o la búsqueda de reconocimiento. Todos merecemos ser y sentirnos valorados. Sin embargo, debemos recordar que la verdadera relevancia no se encuentra en la cantidad de seguidores o en los titulares de la prensa, sino en la huella que dejamos en la vida de los demás.
Quizás sea hora de redefinir lo que significa ser importante. Quizás la verdadera importancia resida en ser útil, en marcar la diferencia, en contribuir al bienestar colectivo. En última instancia, la paradoja se desvanecerá cuando comprendamos que la utilidad y la importancia no son opuestas, sino complementarias.
Así, en esta época de selfies y titulares, recordemos que la verdadera grandeza no se mide en likes, sino en acciones que trascienden el yo y benefician a todos.
El problema es no ser importante, lo importante es ser útil y que importe.