El Gobierno de Paraguay trabaja en un proyecto de gasoducto que pretende unir la producción de la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, en el suroeste de Argentina, con Brasil, uno de los principales demandantes de gas. Así lo confirmó el viceministro de Energía y Minas de Paraguay, Mauricio Bejarano, quien destalló que han adelantado conversaciones con autoridades de Argentina y Brasil, así como con empresarios que estarían interesados en financiar este ambicioso proyecto que requiere unos 2.000 millones de dólares de inversión.

Bejarano recordó que hubo reuniones con autoridades de la Secretaría de Energía de Argentina, donde les expresaron “demasiado gusto y simpatía” con el proyecto, así como con el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, quien manifestó “su interés primario”.

Además, han mantenido encuentros con empresas argentinas como Tecpetrol y Pluspetrol, con fondos de inversiones brasileños interesados en financiar el proyecto y con potenciales compradores del gas que provendría de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo.

“Nosotros vemos muchísimos réditos para todos los países”, explicó el viceministro, quien adelantó que en un par de meses se tiene previsto firmar un memorando de entendimiento “al más alto nivel”, para que el proyecto “tome la seriedad” y después sí iniciar con el método de concesión en los tres países.

El deseo de Paraguay es que la iniciativa tome “fuerza” y “relevancia” a nivel del Mercosur, el bloque que comparte con Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia.

Un gasoducto con buen futuro

En un comienzo, la capacidad diaria inicial del gasoducto se proyecta en 10 millones de metros cúbicos, por periodos aproximados de tres a cinco años, cantidad que se incrementaría a 30 millones, según estimó el viceministro.

“El consumo de Brasil está listo para recepcionar estas cantidades” dijo.

Justamente, la inauguración en julio de 2023 del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que abastece el gas de Vaca Muerta al mercado argentino, causó un remesón en Bolivia que confirmó un declive en sus reservas y en la producción de gas, donde Argentina y Brasil son su principal mercado.

Esta caída ha generado que Brasil busque nuevos proveedores, entre ellos Argentina. Y ahora aparece Paraguay como promotor del gasoducto que podría garantizarle abastecimiento.

En un comienzo, la capacidad diaria inicial del gasoducto se proyecta en 10 millones de metros cúbicos, por periodos aproximados de tres a cinco años, cantidad que se incrementaría a 30 millones.

Conexiones gasíferas entre los tres países

“Vimos una oportunidad a partir que el Gasoducto Norte de Argentina se está revirtiendo para abastecer su mercado del norte argentino”, explicó Bejarano.

En ese sentido, detalló que “la idea” es conectar dicha obra con 110 kilómetros de gasoducto en la parte argentina, hasta Pozo Hondo, una localidad fronteriza del departamento de Boquerón, donde empieza la Ruta Bioceánica de Paraguay, la carretera que atraviesa de oeste a este el Chaco paraguayo hasta llegar a Brasil.

A su vez, desde ese punto, Paraguay debería concesionar 530 kilómetros de gasoducto, que se construiría junto a la Bioceánica, hasta la fronteriza Carmelo Peralta, ciudad del departamento de Alto Paraguay, que colinda con Porto Murtinho (Mato Grosso do Sul) en el lado brasileño.

Luego, Brasil tendría que concesionar unos 410 kilómetros hasta Campo Grande, para que el gas llegue luego al mercado paulista.

De acuerdo con el funcionario, el proyecto cuenta con estudios de prefactibilidad “muy avanzados”, estudios de factibilidad económica y que solo restan algunos de ingeniería de detalle.

Oportunidad energética dentro del Mercosur

En Paraguay ven esta obra como una oportunidad, porque un eventual hallazgo de reservas comercialmente explotables en su suelo les permitiría inyectar gas en un mercado cautivo como el brasilero. Asimismo, queda abierta la posibilidad que Paraguay contrate la toma de gas natural de Vaca Muerta.

Si todo marcha como aspira el Gobierno paraguayo y empieza la construcción, la obra trinacional estaría lista en dos o tres años.

“Me dificulta creer que esto no prospere ya que trae beneficio a todas las naciones”, concluyó Bejarano.

Por Agencia EFE