El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó el jueves que tanto a Israel como al grupo islamista palestino Hamás les corresponde dar el sí en los asuntos pendientes para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, que ha encontrado obstáculos en las negociaciones durante meses. “Según lo que he visto, hay un 90% de acuerdo, pero quedan algunas cuestiones críticas”, entre ellas el llamado corredor Philadelphi, en el extremo sur de la Franja de Gaza, fronterizo con Egipto, dijo Blinken en una rueda de prensa en Haití. Dijo que también había algunas lagunas en el acuerdo sobre cómo se intercambian rehenes israelíes y prisioneros palestinos. “Espero que en los próximos días compartamos con Israel, y ellos [Qatar y Egipto] compartan con Hamás nuestras ideas, los tres, sobre cómo resolver exactamente los asuntos pendientes”, dijo Blinken, refiriéndose a Estados Unidos y a los mediadores Qatar y Egipto. El presidente Joe Biden presentó el 31 de mayo una propuesta de alto el fuego en tres fases, pero desde entonces sigue habiendo lagunas en torno a un acuerdo definitivo para el alto el fuego y la liberación de los rehenes en Gaza. Hamás ha rechazado cualquier presencia israelí en el corredor Philadelphi, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha insistido en que Israel no abandonará el corredor.

Exigencia de Israel

La semana pasada, Turquía, cinco países árabes entre ellos Arabia Saudí, potencia regional y la Autoridad Palestina se unieron a Egipto para rechazar la exigencia de Israel de mantener sus efectivos militares desplegados en el corredor Philadelphi. Preguntado por la posibilidad de que Israel y Arabia Saudí normalicen sus relaciones, Blinken afirmó que “sigue existiendo la oportunidad” de hacerlo si se logra un alto el fuego en Gaza. El último derramamiento de sangre en el conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas, se desencadenó el pasado 7 de octubre, cuando Hamás atacó Israel, matando a 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, según los recuentos israelíes.

El posterior asalto israelí al enclave gobernado por Hamás ha matado desde entonces a más de 40.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad local, al tiempo que ha desplazado a casi toda la población de 2,3 millones de personas, provocando una crisis de hambre y dando lugar a acusaciones de genocidio ante el Tribunal Mundial que Israel niega.

 

Por Kanishka Singh y Daphne Psaledakis 
Agencia Reuters