Para vender más o comercializar con mayores ventajas, tanto en el mercado interno como a nivel internacional, productos locales elaborados o en fresco de origen agrícola se debe promover una mayor y más selecta producción, mejores métodos de fraccionamiento y envasado y un marketing que sea capaz de destacar las mejores y más auténticas característica de esos productos. Se trata de una tarea que hay que realizar en conjunto, entre todos los sectores que intervienen en la política exportadora de la provincia, aprovechando los nuevos recursos que se disponen tanto en la producción de materias primas, envasado y presentación de los productos, despacho de los mismos y comercialización a cargo de operadores especializados en comercio exterior. De esta manera el agro local conseguirá posicionarse en mejor forma convirtiendose en una alternativa válida, generadora de recursos genuinos y de fuentes de trabajo para un amplio sector de la población.

Así como oportunamente se dispuso que cada envoltorio de determinados productos alimenticios llevara el etiquetado frontal que ofrece información sobre nutrientes críticos para la salud de las personas, conforme a lo dispuesto por la ley de Promoción de la Alimentación Saludable, o se otorgara el sello de origen para indicar la procedencia de determinados productos agrícolas como símbolo de calidad, se está imponiendo cada vez más la necesidad de precisar las características de los productos de origen agrícolas elaborados en San Juan, como una manera de optimizar la calidad y comercialización de los productos, ya sea que estén destinados al mercado interno como para su exportación a mercados internacionales.

Exportaciones agrícolas
La recuperación de las exportaciones agrícolas tradicionales de nuestra provincia que ha tenido lugar durante el primer semestre de 2024, cercana al 37% respecto a igual período de 2023, es una mejora que se ha alcanzado gracias a una serie de factores que han incidido favorablemente y que merecen seguir siendo apuntalados con medidas que contribuyan a mejorar las condiciones de la oferta exportable. Es en este punto donde figura la necesidad de darle a la producción local el prestigio que le corresponde, mediante la trazabilidad de cada uno de ellos, que es la manera de conocer cómo se ha elaborado y cultivado; bajo qué condiciones geográficas y ambientales; con qué recursos y cuál ha sido el tratamiento al que se lo ha sometido para obtener el producto final.

A la hora de comercializar un producto agrícola ya sea en fresco o elaborado es muy importante que el exportador demuestre que puede precisar cada una de las etapas de producción y característica como una forma de garantizar que ese producto es genuino y que reúne requisitos únicos que avalan su calidad. En estos momentos, con los recursos tecnológicos e informáticos que se disponen es posible el seguimiento ininterrumpido de un producto a través de las etapas de producción, siembra, cosecha, envase y distribución, hasta su colocación en las cadenas de comercialización.

Seguridad alimentaria
Con estos procesos, lo que se busca es dar seguridad alimentaria, calidad del producto, características del mismo y permanencia en los mercados. Todo esto debe estar reflejado en etiquetas o marbetes, donde se consigna el país de origen, fechas de elaboración, la región y provincia donde se elabora y las principales características del producto que se está exportando o simplemente comercializando. Otro punto importante es la mención de organismos técnicos que avalan la información de los productos como, por ejemplo, SENASA, INTA y el Registro Nacional de Productos Agropecuarios (RESNPA).

San Juan cuanta con una oferta exportable de 487 productos que tiene 177 destinos diferentes a todas partes del mundo, y es en este aspecto en el que hay que trabajar para que la producción sanjuanina no salga solo como materia prima, sino que lo haga de manera industrializada, envasada en origen, con su correspondiente trazabilidad y con una importante cuota de valor agregado.

La producción local
Hay que tener en cuenta que el sector exportador tradicional sanjuanino está conformado por los sectores mineros no metalíferos, los productos agropecuarios, vitivinícola, olivícola, agroindustrial e industrial. En 2011 y 2013 los empresarios sanjuaninos vendieron al mundo entre U$S 550 y 560 millones, una cifra récord que no se volvió a repetir llegando a su piso más bajo en 2023 con tan solo U$S 301 millones, lo que se cree que ahora podrá superarse si se continúa afianzando la actividad exportadora con acciones prácticas y contundentes. Para el caso de la producción agrícola el tema de la trazabilidad de los productos es clave para mejorar las condiciones de comercialización, y a medida que pase el tiempo será más importante ya que el conocimiento en profundidad de las características de cada producto es algo que se impone decididamente.

Hacia un plan general
Si bien cada empresa productora agrícola se interesa en este tema, hace falta un plan general en la provincia que incluya a todos los productos exportables ya sea en fresco o elaborados, a fin de mejorar las condiciones de esta actividad que es la que genera desarrollo y el ingreso de divisas al país y la provincia.

El objetivo es dejar de despachar desde San Juan productos a granel que son utilizados luego para ser fraccionados en otros lugares distinto al de su origen, y que no contempla esa tradición que, en ocasiones, los hacen únicos. El hecho de no contemplar procesos de envasado, etiquetado y de presentación del producto, que puede ser en cajas individuales o formando parte de un pack, hace que esos productos luzcan más vistosos, se coticen mejor y dejen mejores ganancias dentro del proceso de comercialización.

* Productos locales que precisan trazabilidad
La lista de productos locales que precisan trazabilidad van desde productos en fresco como la pasas de uvas, productos olivícolas, duraznos, tomates, membrillos, manzanas, uva, sandía y hortalizas como cebolla, ajo, zapallo y pistachos, entre otros. De cada uno de ellos se obtienen productos elaborados como son los dulces y la miel; los congelados, descarozados, en conservas, convertidos en harinas y otras variedades que son los que contienen un valioso valor agregado, por lo que deben ser promocionados en relación a la calidad que nace desde sus orígenes.

Cada uno de estos productos tienen características propias que los importadores y los mercados internacionales saben distinguir muy bien, y son los que requieren esa información adicional de cómo se cultivó cada uno de ellos para poder ofrecerlos en mejores condiciones.

Con el tema de los sellos de origen San Juan viene haciendo un interesante trabajo al haberse constituido en la provincia con más denominaciones. Es así que en la actualidad es posible acceder al historial de los melones de Media Agua; el dulce de membrillo rubio sanjuanino, y los espárragos-San Juan de Médano de Oro. Quedando otros tantos productos para trabajar en su trazabilidad.

Por Alfredo Correa
DIARIO DE CUYO